Raducioiu descubre las claves del longevo método Lucescu

Lucescu lleva 40 años en los banquillos

Lucescu lleva 40 años en los banquillos / AFP

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

A sus 75 años, Mircea Lucescu, actual entrenador del Dinamo de Kiev, próximo rival del FC Barcelona, puede presumir de ser el técnico más veterano de todos cuantos compiten en la Champions League y el más respetado en Rumanía, donde es una auténtica institución pese a que lleva 20 años sin trabajar allí.  Alguna receta mágica debe tener este veteranísimo entrenador que le ha permitido prodigarse tanto en el tiempo y en el espacio.

Su carrera le ha llevado a conocer el fútbol italiano (Pisa, Brescia, Reggiana e Inter de Milán), turco (Galatasaray,  Besiktas y la selección turca), ruso (Zenit) y ucraniano (Shakhtar Donetsk y Dinamo de Kiev), además de haber trabajado en su Rumanía natal. Pese haberle conocido en los albores de su carrera futbolística, el ex delantero del Espanyol Florin Raducioiu guarda un recuerdo imborrable de aquellos cinco años en los que coincidió con Lucescu en el Dinamo de Bucarest y de la temporada en la que estuvo a sus órdenes en el Brescia. No duda en considerarle su "padre futbolístico".

"Lucescu fue un mentor, un maestro para mí. Sin él no podría haber sido futbolista. Creyó en mí y me dio la primera oportunidad. Me enseñó a jugar, pero con él aprendí también muchas otras cosas de la vida", rememora Raducioiu en cuanto SPORT le plantea la cuestión.

Lucescu dirigió al Dinamo de Bucarest entre 1985 y 1990. Y nada más llegar se fijó en la cantera, como ha hecho siempre en todos los clubes en los que ha trabajado. Algo debió ver en Radu, al que hizo debutar con el primer equipo con tal sólo 15 años. Al principio, Lucescu incluso iba casi cada día con su propio coche a buscar al joven delantero a la salida del Liceo donde estudiaba para que no llegase tarde a los entrenamientos. En esos trayectos se fue fraguando una relación que ambos han seguido cultivando hasta ahora. "Me dio los mejores consejos en ese momento de mi carrera y de él aprendí cosas de la vida. Me hablaba de museos o de la cultura en general, no sólo de fútbol", explica el ex delantero españolista.

bofetada

Eso sí, Lucescu no dudó en corregirle. Raducioiu aún recuerda el cachete que le dio sobre el mismo césped del Estadio Lia Manoliu de Buscarest en el partido de vuelta de las semifinales de la Recopa de la temporada 1989/1990 ante el Anderlecht. Le acababan de expulsar por un rifirrafe con el árbitro después de haber recibido una dura entrada y la final se le escapaba al Dinamo por culpa del 0-1 en el marcador. "Tenía 20 años. Me dio una bofetada delante de todos y yo no dije nada por vergüenza. Después me echó la bronca", admite.

30 años después de aquel incidente, Raducioiu le considera "el entrenador más importante de mi carrera". Dos años después, sus caminos volvieron a cruzarse y Lucescu volvió a ser clave. El técnico rumano volvió a apostar por él después de que el delantero cuajase dos discretas temporadas en el Bari y el Hellas Verona. "Gracias a él renací. Un par o tres de veces a la semana hacía trabajo específico conmigo después de los entrenamientos. Esa temporada di un salto de calidad y me acabó fichando el Milan".

el factor humano

El ex internacional rumano, que jugó y marcó en los cinco grandes campeonatos europeos (Serie A, Premier League, Liga, Ligue 1 y Bundesliga), tiene claro que son muchos los jugadores a los que Lucescu ha ayudado a crecer futbolística y humanamente. En la lista de los que han estado a las órdenes del técnico rumano figuran Pirlo, Hagi, Fernandinho, Srna, Stelea, Lupescu, Prunea… Raducioiu está convencido de que "muchos de ellos no dudarían en besarle los pies” por el impacto que tuvo en sus carreras. "Humanamente es el mismo, no ha cambiado. Siempre tiene ganas de educar a los futbolistas. Le gusta hablar con ellos en el autobús, a la hora de la comida, en el avión… Te convence para que hagas las cosas bien y se implica en tu vida. Y futbolísticamente ha aprendido y ha evolucionado, aunque en sus equipos siempre pone el acento en jugadores técnicos y una buena organización táctica", apunta el ex internacional rumano.

Con 106 encuentros de la fase final de la Champions League a sus espaldas (es el sexto técnico con más partidos, por detrás de Ferguson, Wenger, Ancelotti, Mourinho y Guardiola), Lucescu sigue al pie del cañón gracias a su inextinguible pasión por el fútbol y a su entusiasmo contagioso. "Es único", resume Raducioiu. Eso sí, el ex delantero, que actualmente ejerce de comentarista en la cadena de televisión rumana 'Telekom Sport', avanza que "creo que el Dinamo de Kiev será la última experiencia de Lucescu". Su pasión por entrenar le ha impedido hasta ahora poner punto y final a su carrera, aunque tras 40 años en los banquillos y camino de los 76 años, se acerca el momento de la retirada.