Quinta temporada sin Champions

Demasiado lejos queda ya aquel 6 de junio del 2015 en que Xavi Hernández levantaba en Berlín la Champions League, tras derrotar de manera brillante por 3-1, con gole de Rakitic, Luis Suárez y Neymar. Era el último título del ahora entrenador del Al Sadd como blaugrana. Si al de Terrassa le hubieran dicho entonces que el Barça no volvería a levantar el trofeo las próximas cinco temporadas, no se lo hubiera creído. Ni él, ni el más pesimista de los culés, teniendo en cuenta que en las filas barcelonistas sigue militando el mejor futbolista del mundo, Leo Messi, junto a un elenco de jugadores ‘top’ como Ter Stegen, Piqué, Jordi Alba, Busquets, Luis Suárez o Griezmann. Pero así ha sido. Los blaugrana han acumulado una decepción tras otra campaña a campaña. Y a cual más sonada.

El maleficio del Barça en la Champions League empezó con una eliminatoria de cuartos de final muy polémica ante el Atlético. El Barça se presentó en el Vicente Calderón -entonces estadio colchonero- con una mínima ventaja por 2-1, tras un doblete de Luis Suárez que levantó el gol inicial de Fernando Torres. El Atlético remontó aquel resultado con dos goles del ahora barcelonista Griezmann, pero el Barça hubiera podido forzar la prórroga y acceder a las semifinales si Nicola Rizzoli hubiera señalado un penalti por claras manos de Gabi en el descuento.

A aquel error arbitral siguieron tres debacles impensables. La primera, contra la Juventus, también en cuartos de final, que dejó sin opciones al equipo de Luis Enrique con un contundente 3-0 en la ida. Dybala, con dos dianas, y Chielini barrieron a un Barça que fue incapaz de mover el 0-0 en el partido de vuelta.

Italia volvió a ser la tumba del conjunto blaugrana el curso siguiente, también en cuartos de final. El equipo de Ernesto Valverde se las prometía muy felices tras el derrotar a la Roma por 4-1 en el Camp Nou, con goles en propia puerta de De Rossi, Manolas, Piqué y Luis Suárez. Pero los romanos dieron la vuelta a la eliminatoria de manera sorprendente con goles de Edzeko y De Rossi y Manolas, que se sacaron la espina del partido de ida.

Una debacle que ensombreció uno de los capítulos más brillantes de la historia del club barcelonista, el 6-1 en la ronda anterior con la que le levantó al PSG un 4-0, algo que nunca otro equipo había conseguido antes.

El Barça no aprendió de los errores del pasado y la última edición rizó el rizo en las semifinales dejando escapar una ventaja de 3-0 ante el Liverpool. El Barça no solo se dejó remontar en Anfield con dos dobletes de Origi y Wijnaldum, sino que dejó una imagen deplorable inmortalizada por el 4-0 que supuso su eliminación, con toda la defensa culé mirando al tendido mientras Origi remachaba a placer un córner botado por Alexander Arnold.