¿Qué fue de... Pedro Mari Zabalza? El profesor de los hoteles

Zabalza, en el césped de El Sadar, en una imagen de archivo

Zabalza, en el césped de El Sadar, en una imagen de archivo / Diario de Navarra

Javier Giraldo

Javier Giraldo

"Si nos confiamos, somos muy malos”. La frase de Pedro Mari Zabalza (Pamplona, 13-4-1944) cuando era el entrenador del mejor Osasuna de la historia cuajó en Pamplona y a día de hoy, sigue instalada en el imaginario colectivo de la afición como si fuera el lema del club. Fue solo una de las aportaciones de Zabalza a Osasuna, el club de su vida a pesar de sus seis años como centrocampista del Barça (1967-73).

Su currículum deportivo abarca una amplia carrera como jugador (antes del Barça jugó en Osasuna y después, en el Athletic) y como entrenador (Osasuna y Rayo), pero su trayectoria como empresario, menos conocida, es igual de exitosa: lejos de las fronteras de Pamplona pocos saben que Zabalza, hijo de un pastor del barrio de la Rochapea, fue uno de los primeros socios de la cadena de hoteles NH. La fundó otro navarro, Antonio Catalán, buen amigo de Zabalza.

En su momento, me propuso entrar en el negocio y acepté”, rememora Zabalza. Todo empezó con el hotel Ciudad de Pamplona, a finales de los setenta. La empresa creció hasta convertirse en una multinacional con presencia en varios países: Zabalza compaginó su cargo como entrenador de Osasuna con su trabajo en la empresa hotelera.

Estuvo más de una década como accionista de NH, convirtiendo el negocio hotelero en una parte más de su vida, hasta el punto de que sus hijos también se dedican a los hoteles. Concluida su etapa en NH (Antonio Catalán vendió la empresa en 1997), Zabalza dio un paso adelante sin abandonar los hoteles. “Junto a unos amigos, ex jugadores como Palau, Franch o Zaldúa, pusimos en marcha HG Hoteles”, explica. Ahora tienen presencia, sobre todo, en las islas y en zonas de esquí como La Molina, Cerler, o Sierra Nevada. 

A sus 73 años, el espíritu emprendedor de Zabalza no se apaga: también supervisa una parte de la gestión de las bodegas Marco Real, en Olite (Navarra). 

El tiempo de ocio también está más que cubierto. “Bajo a ver a Osasuna, cuido de los nietos y juego al pádel”, explica con la misma serenidad con la que se expresaba cuando entrenaba, no en vano en Tajonar le llamaban ‘el Profesor’.  

tres años, tres presidentes

Zabalza llegó al Barça en 1967. “En los tres primeros años tuve tres presidentes; Llaudet, De Carreras y Montal, debe de ser un récord, ¿no?”, recuerda desde Pamplona. Fue un centrocampista técnico, más asistente que goleador, que abandonó el Barça cuando aún le faltaba un año de contrato, poco antes de la llegada de Cruyff. “Lástima porque si me hubiera quedado, habría ganado una Liga”. 

Desde que dejó de entrenar en 1997 ha vivido desvinculado del fútbol, a excepción de una breve reaparición como seleccionador de Navarra. No se ha prodigado como comentarista de televisión, radio o prensa, pero suele acudir a las reuniones de ex jugadores de Osasuna y a las ‘folgas’ del Barça, las reuniones anuales de la ABJ.