¿Qué aportará Pjanic al Barça?

Así juega Miralem Pjanic

 Miralem Pjanic, uno de los objetivos del FC Barcelona / sport

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Para muchos, demasiado tarde, pero Miralem Pjanic ya es jugador del FC Barcelona. Héroe del Olympique de Lyon en el Santiago Bernabéu en la Champions de 2009, el bosnio ha sonado infinidad de veranos para vestir de azulgrana. Todos ellos con un mismo final: un sueño truncado. Y cuando más imposible parecía, una macro-operación que envía a Arthur a Turín permite a Pjanic alcanzar su objetivo.

Valoraciones al margen de quién sale ganando entre Barça y Juventus con el intercambio, lo que está claro es que Pjanic es un jugador con una larga lista de virtudes que mejorarán al equipo de Quique Setién. No a medio ni largo plazo, ya que acaba de cumplir 30 años, pero sí durante las dos o tres temporadas que el jugador pueda aguantar al máximo nivel.

PRECISIÓN EN CORTO Y EN LARGO

Una de las facetas más destacadas de Pjanic es su privilegiado pie derecho. Filtra con precisión entre líneas, se asocia con seguridad en corto y también domina el envío largo a la espalda de la defensa rival. Seguramente, esta última opción pueda exhibirla menos en el Barça, ya que los rivales de los azulgranas suelen acularse atrás.

UNA JOYA A BALÓN PARADO

No hay mejor lanzador de faltas que Messi, pero cuando hablamos de enviós al área -faltas laterales, saques de esquina...-, Pjanic sí tiene algo que decir. En su carrera ha sido prácticamente siempre el encargado de este tipo de acciones, ya que golpea tenso al balón pero sin sacrificar precisión. Los Piqué, Lenglet y compañía pueden ser los grandes beneficiados de la calidad del bosnio, especialista también en penaltis.

FIABLE PROTEGIENDO EL CUERO

No es que tenga el centro de gravedad tan bajo como Xavi Hernández u otros 'peloteros' de leyenda, pero aún midiendo 1.80 metros el todavía centrocampista de la Juventus coloca muy bien el cuerpo cuando tiene el balón. Protege de maravillas el cuero y esto le lleva a sufrir muy pocos robos de balón. De hecho, una de las características que posee es que el balón no le quema nunca; lo aguanta hasta sufrir falta o encontrar una interesante línea de pase. Técnico como pocos, siempre se orienta bien y difícilmente falla en el control.

AUTORIDAD SIN DESPLIEGUE

Pjanic no necesita hartarse a hacer kilómetros para adueñarse de un partido. Eso no significa que no trabaje, sino que su inteligencia táctica le permite controlar el 'tempo' de un partido sin ser un centrocampisa de gran despliegue físico. Según ha ido madurando en su carrera deportiva, Pjanic se ha ido especializando en gobernar partidos sin necesidad de ser un jugador 'box to box'.

FIABILIDAD BAJO PRESIÓN EN LA SALIDA DE BALÓN

Acostumbrado a bajar a recibir entre centrales para sacar el balón, el bosnio identifica muy bien cuándo debe jugar de primeras o cuándo la jugada requiere más contactos. Nunca se esconde a la hora de bajar a recibir y sin duda el Barça se verá beneficiado con él a la hora de iniciar la jugada.

hambre de champions

El centrocampista sabe lo que es jugar una final de Champions, pero no alzarse con la 'orejona'. En 2017, la Juventus perdió en Cardiff frente al Real Madrid, que se llevó el título tras imponerse por 1-4. A sus 30 años, el bosnio no ha conquistado todavía ningún torneo continental,  espina que tratará de quitarse vistiendo de azulgrana.