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A Puyol le sentó mal el banquillo

El capitán azulgrana Carles Puyol recibió una  bofetada anímica cuando los técnicos le comunicaron el martes tras la sesión matinal que no jugaría 

JAVIER MIGUEL

Su ausencia fue la gran sorpresa en la alineación ante el Milan. Todas las quinielas le daban un lugar preferente en el once de la remontada. Su partido ante el Deportivo, lleno de fuerza y carácter, refrendaba todas sus opciones para estar en el equipo. Había especulaciones sobre si Alexis estaría o no, sobre si Pedro jugaría o no, o sobre si Villa estaría en el campo, pero nadie discutía que Carles Puyol iba a estar liderando la defensa.

Sin embargo, Tito y Roura decidieron descartar a Puyol en la pizarra a favor de Javier Mascherano. El capitán se enteró por el mismo martes por la mañana cuando se lo comunicaron individualmente los técnicos tras el entrenamiento matinal. Su sorpresa fue mayúscula. No se lo esperaba ni por asomo. El jugador no encajó nada bien su anuncio de suplencia. El carácter ganador y ambicioso de Puyol le hizo reaccionar de una manera un tanto airada, ya que se pasó prácticamente toda la tarde sin apenas hablar con los compañeros y con una cara tan larga que dejaba pocas dudas sobre su indignación.