Un solo protagonista en el viaje de vuelta de Las Palmas

Valverde no entendió las explicaciones de Mateu Lahoz en el Gran Canaria

Valverde no entendió las explicaciones de Mateu Lahoz en el Gran Canaria / Valentí Ernich

Jordi Gil

Jordi Gil

Las tres horas de vuelo entre Las Palmas y Barcelona se hicieron especialmente largas para la expedición barcelonista por los dos puntos que se escaparon en el Gran Canaria y, sobre todo, por la incidencia externa que tuvo el colegiado. Mateu Lahoz estuvo en boca de todos. El colegiado valenciano no deja de sorprender. Ya no solo por sus extravagancias arbitrando, sino por cómo es capaz de transformarse fuera del campo y dentro.

Algunos futbolistas del Barça tienen una relación cordial con Mateu y llegan a calificarlo de "encantador" cuando no está arbitrando. Si alguna vez han tenido que pedir alguna colaboración para un acto benéfico o cualquier otro asunto de índole personal, el colegiado siempre ha respondido positivamente. Mateu se siente cómodo al lado de los futbolistas y se aleja de la figura arrogante de otros colegiados que no aceptan las más mínima conversación. 

Esta forma de ser, en cambio, contrasta radicalmente con su comportamiento una vez decreta el inicio de los partidos. En Las Palmas se vio de nuevo. Mateu se descontroló a raíz de no expulsar a Chichizola y el cúmulo de despropósitos fue constante. Los jugadores no entendieron como la misma persona afable que encuentran fuera del campo es capaz de perder los papeles hasta los extremos cuando está arbitrando.

Los jugadores regresaron cansados y enfadados, aunque al mismo tiempo con ganas de pasar página y pensar en el duelo ante el Atlético de Madrid. Allí estará Gil Manzano, otro árbitro que crea desconfianza, pero la consigna es centrarse en el juego y derrotar con buen fútbol a los rojbilancos para acercarse al título de Liga.