Historia SPORT

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La promesa ilicitana de 'Milonguita' Heredia

En su etapa como cedido al Elche dijo “no” a una astronómica oferta del Madrid

Con unos inmejorables informes elaborados por Paco Rodri, el 'Milonguita' llegó al Camp Nou en 1972 para triunfar, aunque antes tuvo que peregrinar por Oporto y Elche

Juan Carlos Heredia, en una imagen de la temporada 1976-77 en el Camp Nou

Juan Carlos Heredia, en una imagen de la temporada 1976-77 en el Camp Nou / Don Balón

David Salinas

David Salinas

Elche fue la segunda y última estación de Juan Carlos Heredia Araya, el Milonguita, antes de aterrizar definitivamente en el Camp Nou. Bajo la disciplina franjiverde, en calidad de cedido por el FC Barcelona, el delantero argentino prometió amor eterno a los colores azulgranas. Dijo “no” a una mareante oferta económica del Real Madrid para que se vistiera de blanco.

Heredia (Córdoba, 1 de mayo de 1952) recaló en el Barça en junio de 1972 después de un exhaustivo seguimiento del entonces segundo entrenador y ex jugador barcelonista, Paco Rodri, que elaboró muy buenos informes del futbolista. Heredia tenía entonces 20 años y brillaba en el Rosario Central por su velocidad, fortaleza e intuición goleadora. Llegó como oriundo español y previo pago de 2,25 millones de pesetas (unos 13.500 euros).

A la espera de tener la documentación en regla, debutó en octubre de 1972 en un amistoso contra el Sant Andreu (1-2) como extremo por banda derecha. Su incorporación, sin embargo, no fue posible al cerrar la Federación Española de Fútbol las puertas a los oriundos. El Barça, con el consentimiento del jugador, lo cedió al Oporto el 1 de enero de 1973 hasta junio del mismo año. En el acuerdo se incluyó una cláusula en la que el Barça podía repescar a Heredia en cualquier momento si hubiera cambios en la reglamentación vigente.

"No me olviden"

“Nunca seré un problema para el Barça. No me olviden, volveré”, dijo Heredia, que necesitaba jugar para seguir en línea ascendente y estaba convencido de tener un lugar en el equipo azulgrana. En el Oporto, a las órdenes del chileno Fernando Riera, no tardó en convertirse en ídolo para la afición local pese al incontestable dominio del Benfica de Eusebio, que se llevó la Liga de calle: sumó 28 victorias en 30 partidos. Cedió solo dos empates, uno de ellos en Das Antas (2-2) con un gol de Heredia (1 de abril de 1973).

Milonguita regresó a Barcelona en el verano de 1973 con la idea de incorporarse a las filas del Barça, pero… tampoco pudo ser. La entidad azulgrana había fichado a Hugo Sotil y, poco después, a Johan Cruyff. Las puertas a los extranjeros (dos) se abrieron, pero Heredia se quedó sin plaza. La única vía para hacer realidad su sueño era la nacionalización, que se adquiría tras dos años de residencia en España. Y ya llevaba uno porque, si bien jugó seis meses con el Oporto, al tener una hermana en Barcelona, tenía su residencia fijada en la Ciudad Condal.

Volver a empezar

El mundo se le vino encima, pero tenía un solo horizonte: triunfar en el Barça y ahora, con la llegada de Cruyff, más que nunca. Los rumores lo acercaron al Sant Andreu (para controlar su progresión) y al Deportivo (que había fichado a Riera para el banquillo). Finalmente, aceptó una segunda cesión, pero al Elche CF, entonces en Primera (1973-74) y dirigido por su compatriota Roque Olsen. Además, Marcial, Asensi y Gallego le dieron las mejores referencias. Fue allí donde Huracán Heredia, que también triunfó por todo lo alto, vivió un episodio que nunca ha olvidado.

“Vinieron dos tipos a un entrenamiento y Olsen me dijo que fuera al vestuario. Querían hablar. Representaban al Real Madrid, dijeron, y me hicieron una oferta astronómica por cinco años. La diferencia económica era abismal”, dijo Heredia en mayo de 2015 a SPORT, en su última visita a Barcelona. Agregó que “les dije que aquella operación me recordaba a la de Di Stéfano en los años cincuenta, pero me dijeron que no sabían, que eso había pasado hacía mucho tiempo”.

Heredia informó de lo sucedido al presidente Agustí Montal y le comentó que no podía traicionar al equipo que había apostado por él. El interés del Madrid llegó después de que Milonguita mostrara su fútbol potente, desequilibrante e intenso en Altabix. Un gol suyo derrotó al equipo merengue en diciembre de 1973 y, en el siguiente duelo, firmó un doblete para ganar al Castellón (0-2). Esa temporada coincidió en el Elche CF con el ex azulgrana Ramon Alfonseda, presidente de la Agrupació de Jugadors del FC Barcelona desde 2003. Heredia jugó 24 partidos con el Elche CF, anotó 7 goles y logró el objetivo número uno: la permanencia.

Heredia, que tiene dos hijas catalanas, siempre honró la camiseta azulgrana. Se partió la cara por ella. Su piel y sus huesos pueden corroborarlo. Un luchador nato. Heredó el apodo de Milonguita por su padre, también Juan Carlos, internacional argentino, conocido como Milonga, un baile en el que el movimiento de las piernas es vistoso y trepidante, como lo eran los regates de su progenitor. Cuenta que, en su Córdoba natal, cuando alguien le llama por su nombre ni atiende… Para todo el mundo es Milonguita.