El problema del Barça de Koeman: Siempre va a remolque

Voló para salvar al Barça: Las paradas de Ter Stegen que hicieron puntuar a los azulgrana

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

La sensación agridulce que dejó el Barça-Valencia (2-2) en el barcelonismo, desde Ronald Koeman a la plantilla, pasando por la afición, se refleja en la hoja de servicios del conjunto azlugrana en La Liga. El balance del Barça es muy pobre.

Únicamente ha ganado 6 partidos en el campeonato, menos de la mitad de los que ha disputado (en total 13, con 3 empates y 4 derrotas). Sin duda, son números de conjunto menor o, cuanto menos, en crisis.

Aunque igualmente preocupante es que el actual Barça no tenga capacidad para dominar los partidos. Con el de ayer, son 8 los duelos ligueros en los que ha sido el contrario el que ha abierto el marcador. 

La excepción

El FC Barcelona de Ronald Koeman solo fue capaz de reconducir la situación frente a la Real Sociedad, en una de sus mejores actuaciones esta temporada.

En las restantes ocasiones registró esas 4 derrotas y 3 empates que ni siquiera permiten al equipo situarse en las posiciones Champions. La sangría de puntos es enorme (18) y mantienen al conjunto del técnico neerlandés a 8 puntos del líder, el Atlético de Madrid.

En el partido frente al Valencia se unió un nuevo factor, y es que aunque se sobrepuso al 0-1 de Diakhaby con los tantos de Messi Araújo, después no fue capaz de cerrar el choque con una tercera diana o, al menos, de manejar el juego para evitar la reacción valencianista.

INMADUREZ Y CENTÍMETROS

El técnico del Barça aludió a la falta juventud e irregularidad asociada a la inmadurez para justificar los altibajos de su equipo; durante los partidos y a lo largo de la temporada.

Sea esta cuestión la causa u otra -también lamentó la falta de centímetros para defender las jugadas a balón parado- el alto precio que paga es que no ha sido capaz de encadenar tres triunfos en la Liga.

De hecho, la mejor racha del equipo es de tres triunfos y un empate frente a Juventus (0-2), Alavés (1.1), Dinamo Kiev (2-1) y Betis (5-2), combinando la competición doméstica con la Champions. 

Muy poca cosa para un Barça que, en teoría, debe aspirar a pelear todos los títulos hasta el final y que por ahora ni siquiera puede estar en los puestos que clasifican para la próxima Champions. Una muestra más de que el equipo de Koeman está a medio hacer.