El problema de Busquets y Alba

Dice Luis Enrique que hay una campaña contra Alba y Busquets, que en este país nos cansamos de los veteranos, que Alba es el mejor lateral del mundo en el último tercio del campo y que ojalá Busi pueda jugar el próximo Mundial. Y tiene razón, aunque un servidor no lo llamaría campaña, que para campaña ya está la que sufre el seleccionador.

Lo de Busquets y Alba es otra cosa, es un cúmulo de circunstancias. Su problema es que juegan en el Barça, con lo que ello significa cuando a la selección van siete del Barcelona y dos del Madrid. Si además de jugar en el Barça se une su edad, la España madridista tiene más excusas para reclamar nuevos sucesores sin esperar ni un minuto. Pero lo relevante, y paradójico, es la aversión que les llega de su propio club y afición. Nadie les defiende.

La crisis del Barça y las urgencias que de ella se derivan les ha puesto en el ojo del huracán. El club les cuestiona por sus contratos y alienta su marcha y la afición, ansiosa por una revolución total, les culpa del declive del equipo.

Busquets y Alba son puntales en la selección, pero si en el Barça se les cuestiona, el madridismo lo tiene muy fácil para despellejarles.