Prioridad Dembélé: evitar recaídas

Dembélé ha de aprender a escuchar su cuerpo como Messi

Dembélé ha de aprender a escuchar su cuerpo como Messi / EFE

No es fácil ser el segundo jugador más caro de la historia del fútbol, tener 20 años, llegar a un club como el Barcelona y en un país en el que no entiendes la lengua. El inicio de Dembélé no está siendo fácil porque, además, las primeras semanas las pasó inmovilizado en el hotel en el que estaba alojado sin apenas contacto con el vestuario.

El presidente Josep Maria Bartomeu es uno de los que más se ha preocupado por su integración y él mismo se encarga de hablar de forma regular con el francés para saber de sus necesidades, preocupaciones e inquietudes e intentar orientarle y ayudarle. El presidente, al mismo tiempo, le apremia para que aprenda español y para que su día a día sea más fácil. “Primero catalán, presidente”, le responde Dembélé a modo de guiño.

Robert Fernández, el secretario técnico, también está en la misma línea porque sabe de lo mucho que está en juego ya que el fichaje de Dembélé nunca se pensó como una inversión a corto plazo sino a largo. Robert tiene claro lo importantes que son los primeros meses en el club para que el rendimiento a largo plazo sea el adecuado.

Así pues, tanto el presidente como el secretario técnico están siendo decisivos en exigirle que se tome su tiempo para recuperarse sin necesidad de forzar. Y el ejemplo más repetido es el de Leo Messi, cuyos inicios de carrera estuvieron marcados por la ansiedad de jugar, las ganas de no perderse ni un partido, en el no saber apreciar cuando su cuerpo le estaba avisando de riesgo de lesión. Messi aprendió a palos porque las lesiones se repitieron de forma regular hasta que aprendió a frenar cuando era necesario, cuando supo bajar el ritmo o pedir el cambio al mínimo dolor.

A Dembélé le muestran todos los errores cometidos por Messi a la misma edad para que aprenda a diferenciar los avisos que el cuerpo te da. Hay que recordar que la lesión de Dembélé llegó después de un aviso al que no hizo caso. De hecho, hasta el propio Valverde insinuó su lesión como un pecado de juventud. Y es que durante el calentamiento del partido contra el Getafe, en el que se lesionó, y en los entrenamientos previos de aquella misma semana se le pudo ver tocándose la parte que finalmente se lesionó. A Dembélé se le enseña a tener paciencia y a escuchar su propio cuerpo.