La pretemporada se pone seria con un amistoso de nivel

Hay ganas de ver este sábado tarde al ilusionante Memphis, así como a los canteranos que están golpeando la puerta hasta derribarla

Consolidar el 4-3-3 en la exigente prueba del Mercedes Benz Arena sería interpretado como un signo de valentía

El Barça sigue ejercitándose en Alemania

El Barça sigue ejercitándose en Alemania / FCB

German Bona

German Bona

Un paso adelante y exigente en la preparación. Tras las primeras pruebas ante Nàstic y Girona, el Barça se mide de tú a tú a un rival de entidad. El Stuttgart examinará a los de Ronald Koeman con ese plus de competitividad que identifica a los equipos alemanes y que a los azulgranas les irá de perlas para comprobar su evolución. Partido de nivel en un escenario para la ocasión como es el Mercedes Benz Arena, con buena presencia de público -se esperan 25.000 aficionados- y motivos que no faltarán para sentarse delante del televisor.

Dos ‘clásicos’ del vestuario como Sergio Busquets y Jordi Alba tendrán sus primeros minutos, así como Araujo y Braithwaite, mientras Memphis podría ser ya de la partida y seguir ilusionando a un barcelonismo encantado con el holandés y con los canteranos que están golpeando la puerta del primer equipo hasta derribarla.

Un rival más rodado

Cada partido que pasa, el equipo se cohesiona un poco más y el puzle va encajando, claro está, a falta de la pieza ‘maestra’, la de Leo Messi, la que da sentido a todo. El equipo que se está ensamblando a su alrededor tiene buena pinta, los dos primeros partidos dejaron ganas de seguir viendo a este incipiente Barça y nada mejor que confirmar las sensaciones frente a un histórico del fútbol alemán, campeón tres veces de la Bundesliga.

El Stuttgart, además, está más rodado, los de Pellegrino Matarazzo comienzan la competición oficial el próximo sábado 7 de agosto con la visita al Dynamo de Berlín en la DFB Pokal y ya acumulan seis amistosos a sus espaldas, entre ellos, un meritorio 1-1 contra el Liverpool.

Brillar por sistema

Hasta el momento, Koeman ha respondido a las expectativas y se ha inclinado por el 4-3-3 que tanto le ha reclamado el barcelonismo, empezando por el propio presidente, y del que ‘maman’ los canteranos desde el escalafón más bajo hasta el filial. Mantener un sistema ofensivo en la dura prueba del Mercedes Benz Arena sería interpretado como un gesto de valentía y el mejor síntoma de su definitiva adopción. Ante un equipo que no tiene estrellas de relumbrón, pero que juega delante de su afición, presiona y es fuerte a balón parado, al Barça le toca responder con posesión de balón, rapidez en la circulación y soluciones en busca del gol.

El amistoso llega en pleno stage por tierras alemanas, de intensas dobles sesiones en las que se está repostando la gasolina necesaria para una temporada que necesitará ser mejor que la pasada. Ya no será suficiente ganar solo la Copa del Rey y Ronald lo sabe. Ni siquiera el día de partido se librará la plantilla de entrenarse en las instalaciones del SV Aasen. Aun a costa de que el cansancio pueda pasar factura esta tarde.

El técnico aprieta las tuercas y va tomando nota en una pretemporada atípica por la pandemia, pero que ha recuperado hábitos que se echaban de menos como las concentraciones, los entrenamientos en un clima más fresco –aunque los carritos de golf hayan sustituido a las bicicletas en los desplazamientos del hotel al campo- y los partidos con aroma europeo. El de Stuttgart conserva esta esencia. Y el Barça debe estar a la altura.