Presión para Valverde

Albert Masnou

Albert Masnou

La lesión de Thomas Vermaelen y su baja de seis semanas, las dudas existentes sobre el regreso a los terrenos de juego de Samuel Umtiti por culpa de sus problemas en la rodilla, el irregular rendimiento mostrado desde el inicio de la temporada por un Gerard Piqué, más centrado en el tenis que en el fútbol, la poca experiencia de Clément Lenglet en el equipo, y la ausencia de un sustituto natural para Jordi Alba en el once ideal. Son cinco condicionantes que la secretaría técnica y el técnico del Barça analizan de forma constante y que le llevan a posicionarse a favor de fichar a algún defensa para afrontar la segunda parte de la temporada con mayores garantías. La tesis, sin embargo, contrasta con la postura de las altas esferas de la entidad, partidarias de recurrir a la cantera si los técnicos consideran que el equipo tiene algunas deficiencias.

Las sugerencias que le llegan al entrenador azulgrana son la de apostar “sin miedo” por jugadores del filial para comprobar si serán jugadores válidos para el primer equipo o, por contra, habrá que abrirles la puerta de salida al Barça. Antes, sin embargo, de tomar una decisión al respecto, el Barça debe comprobar su calidad en Primera División y para ello debe abrirles las puertas del Camp Nou.

La directiva considera que si en su día se fichó a Ernesto Valverde fue por la decidida apuesta por los jóvenes valores de Lezama, que tenían abierta la puerta de San Mamés de par en par. Sin embargo, la realidad con la que se ha encontrado el Barça no va encaminada en esta línea sino que el técnico siempre ha mostrado su predilección  por jugadores consagrados, rechazando asumir así cualquier riesgo. Es una manera de funcionar que no gusta en las altas esferas y ahora que se plantea la necesidad de reforzar la defensa, tanto Valverde como la secretaría técnica topan con la negativa de la dirigencia.

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No a fichar

Después de gastarse unos 125 millones de euros en fichajes con jugadores que, hasta el momento, apenas han participado en los minutos de los partidos disputados, el club se niega a fichar más con el fin de que Valverde recurra a la cantera y que le dé mayor protagonismo para que acabe nutriendo a corto y a largo plazo al primer equipo.

La directiva no quiere renunciar a la apuesta por la cantera y contempla con inquietud que esta idea no está siendo aplicada por los técnicos del primer equipo. Y tampoco está siendo secundada por la secretaría técnica.

En líneas generales, Valverde se ha encontrado con el handicap que cuando ha tenido que dar protagonismo en las alineaciones al fondo de armario, este no le ha funcionado y ha tenido que volver a dar entrada al once de gala. Así pues, si los reservas no le dan continuidad en el juego... ¿Cómo se la pueden dar jugadores jóvenes sin experiencia en la élite? Es una pregunta razonable que la propia directiva entiende pero que no comparte porque se niega a renunciar a unos principios que van estrechamente ligados al ADN de la entidad.

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Una plantilla reducida

La directiva del Barça quiere que haya una autopista entre el primer equipo y el filial y, de momento, este tránsito solo existe en los entrenamientos. En los partidos, los jóvenes valores se quedan en  Segunda B. La disminución del número de jugadores de la plantilla (hay 23 con Samper y Aleñá) tampoco ha servido para forzar a Valverde a atreverse con jugadores que la pasada temporada fueron campeones de Europa.

El propio presidente, Josep Maria Bartomeu, admitió ayer por la noche en un acto de la Federació Catalana cual es la postura de la entidad azulgrana: “Es una mala suerte que se haya lesionado Umtiti y Vermaelen juntos. El Barcelona siempre tiene que estar atento al mercado pero no estamos en enero todavía. Veremos qué pasa entonces. Ahora, sin embargo, es una oportunidad para los jugadores del filial”, indicó el presidente.

Bartomeu se mostró en la misma línea que sus compañeros de junta directiva, partidarios de otorgar una mayor presencia de jugadores del filial tipo Puig, Cuenca o Miranda en el primer equipo.