Los precedentes de las sanciones de la UEFA a otros clubs

Olympique Marsella fue el primero en 1993 por pagar a dos futbolistas del Valenciennes, Robert y Burruchaga

El Skenderbeu de Albania es el que club que ha recibido la mayor sanción, diez años, por amaños dirigidos a apuestas deportivas

El goteo de informaciones sobre el 'caso Negreira'  no cesa

El goteo de informaciones sobre el 'caso Negreira' no cesa / ATLAS

Xavi Canals

Xavi Canals

La UEFA ha decidido abrir investigación sobre el 'caso Negreira', adelantando la posible sanción que puede caerle al Barça si se llega a comprobar que los pagos que el club blaugrana efectuó al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, fueron encaminados a influir en los resultados de los partidos.

No es la primera vez que el máximo organismo europeo entra a analizar y castigar casos como éste. De hecho, en 2007 modificó el apartado 3 del artículo 50 de su Regalmento Disciplinario para poder excluir de las competiciones a los clubs que incurriera en este delito "Si se produce cualquier actividad destinada a ocupar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional, la UEFA declarará dicho club inelegible para participar en la competición".

La sanción contempla la exclusión de competiciones europeas por el período de un año como mínimo. Y la modificación llegó después de dos casos que escaparon a la sanción de la UEFA. El primero fue el Anderlecht, que fue sancionado por sobornar al excolegiado español Emilio Guruceta durante las semifinales de la Copa de la UEFA de 1981 ante el nottingham Forest. El club belga reincidió en 1983, en una eliminatoria contra el Banik Otrava, pero el TAS aceptó su recurso y la sanción de la UEFA quedó anulada.

La gota que colmó el vaso fue el caso del Milan en 2007. El club italiano fue sancionado con pérdida de puntos por un caso de amaño de partidos que implicó a otros clubs como Fiorentina, Reggina, Lazio y Juventus, que llegó a perder la categoría. El club lombardo, sin embargo, alcanzó la clasificación para competiciones europeas pese a esa sanción de puntos y la UEFA no pudo evitar que participara en la Champions League y, para más inri, acabara levantando el trofeo.

El cambio de reglamento permitió a la UEFA intervenir más allá de las decisiones tomadas por la justicia y federaciones de cada pais. Desde entonces, siete clubs han sido sancionados por influir en el resultado de los partidos.

Olympique Marsella (1993)

Anteriormente a este cambio en su Reglamento Disciplinario, la UEFA ya actuó contra el Olympique Marsella, tras comprobarse que su presidente, Bernard Tapie, pagó a dos futbolistas del Valencienns, Christophe Robert y Jorge Burruchaga, para amañar un partido.

El club marsellés fue excluido de las competiciones europeas durante un año, aunque se le mantuvo la Champions League conquistada aquel año, la primera y única de su historia.

Fenerbahçe, Besiktas

Los dos conjuntos turcos fueron apartados de las competiciones europeas por un amaño de partidos relacionados con la final de Copa de Turquía de 2011. El Fenerbahçe fue excluido dos temporadas, de 2013 a 2015, mientras que el Besiktas fue castigado la campaña 2013-2014.

El Panathinaikos fue excluido durante tres temporadas en 2018, pero en su caso no fue por intentar influir en los resultados deportivos, si no por impago a sus futbolistas.

Skenderbeu, Pobeda y Ventspils, las sanciones más duras

El Skenderbeu de Albania, el Pobeda de Macedonia y el Ventspis letón son los clubs que han recibido las sanciones más duras hasta la fecha. El club albanés fue sancionado en 2018 con diez años tras ser investigado de posible amaño de hasta 53 partidos. El más llamativo fue una eliminatoria contra el Crusanders irlandés en 2017 en la que los locales remontaron un 1-2 en el descuento, una remontada que pudo estar ligada a apuestas deportivas.

El conjunto macedonio recibió una sanción de ocho años por amañar el resultado de partidos, mientras que al cuadro letón le cayeron siete años.

Steaua, perdonado

El Steaua fue sancionado en 2013 con una temporada sin competiciones europeas por influir en el resultado de los partidos, pero la sanción no llegó a cumplirse, porque la UEFA congeló el castigo condicionado a cinco años de prueba.

Los precedentes se completan con el Olympiakos Volou griego, que fue sancionado con 3 años.