Valdés se consolidó en la final de París de 2006

Barça: 18 porteros en 20 años

El número de metas que se han situado bajo los palos del Barça demuestran el alto grado de exigencia que conlleva 

La llegada de Marc-André Ter Stegen debería acabar con el carrusel en que se ha convertido la portería del Barça en los últimos 20 años. La irrupción de Víctor Valdés consiguió dar estabilidad después de la traumática marcha de Andoni Zubizrreta al término de la temporada 93-94 en la que el 'Dream Team' empezó a desmembrarse con la derrota en la final de Atenas. Valdés se ha consolidado en los últimos doce años, pero el Barça tuvo serios problemas para dar con la tecla en los años previos a su llegada y en la búsqueda de una pareja competitiva para el de Gavà.

La primera combinación que probó Johan Cruyff tras considerar que el ciclo de Zubizarreta había terminado no tuvo ningún futuro. El fichaje de Julen Lopetegui, procedente del Logroñés, estuvo a años luz de las expectativas y los dos porteros de la casa, Busquets Angoy, tampoco se acercaron ni de lejos al nivel exhibido por el actual director deportivo. Cruyff insistió en estos tres porteros durante sus dos últimas temporadas al frente del conjunto blaugrana con éxito nulo.

La marcha del holandés y la llegada de Bobby Robson condujo la incorporación de Vítor Baía. El portugués llegó a priori con una buena edad para un portero, con 27 años, y ofreciendo grandes prestaciones en el Oporto. Sin embargo, a Baía le pudo la presión de una manera exagerada y solo tuvo continuidad en el primero de los tres años que estuvo en el club. Su temporada fue muy irregular, con grandes cantadas, si bien dejó buen sabor de boca con la conquista de la Copa del Rey ante el Betis. Louis van Gaal prefirió asegurar en la siguiente campaña con un meta veterano que conocía bien como era Ruud Hesp.

El holandés acabó convirtiéndose en un portero de transición ideal para Víctor Valdés, cuyo temperamento chocó en un principio con el de Van Gaal. Hesp rindió de forma óptima durante tres temporadas y su consolidación provocó la salida del propio Baía, mientras la cantera iba camino de cobrar protagonismo.

Arnau asomó la cabeza, justo antes de que los dos porteros que apuntaban más alto del fútbol base, como eran Reina Valdés, accedieran hasta las puertas del primer equipo. Llorenç Serra Ferrer apostó por Pepe ya que otro de los porteros fichados, como fue el celtiña Dutruel, tampoco cuajó y la confianza en Francesc Arnau estaba disminuyendo. Reina apuntó buenas maneras, aunque tampoco se consolidó y la contratación de Bonano en el siguiente ejercicio le restó mucho protagonismo. Su progresión corría serio riesgo de estancarse y continuó con su carrera en el Villarreal.

Por su parte, Bonano cumplió con el expediente y dio la alternativa a Víctor Valdés. Por medio también se produjo el fichaje del fallecido Robert Enke, quien solo disputó un partido de Liga y tuvo la mala suerte de ser el portero en la eliminación copera en Novelda. Valdés se asentó de forma definitiva en la temporada en la que el club dio el cambio de rumbo hacia el éxito con la victoria en las elecciones de Joan Laporta y la presencia en el banquillo de Frank Rijkaard.

El entrenador holandés no tuvo dudas. El fichaje del turco Rustu no significó una competencia real para Víctor, quien se ganó a pulso el puesto de titular con Albert Jorquera como suplente. Esta combinación, con permiso del actual portero del Rayo Rubén, tuvo continuidad hasta enero del 2008. El debate en la portería se había finiquitado. Valdés fue el héroe en la final de París en 2006 y incluso los más críticos se quedaron sin argumentos para discutirle. Víctor continuó creciendo y la única variación fue en su acompañante. La grave lesión de Jorquera con las selección catalana propició el fichaje de Pinto. Aunque el meta de Bescanó siguió en la plantilla hasta 2010, el andaluz se consolidó como el recambio de Valdés ante cualquier eventualidad.

La pareja compuesta por Víctor Pinto se consolidó con Pep Guardiola. El de Santpedor convirtió al catalán en uno de los capitanes del equipo y le dio confianza absoluta para impulsar todavía más su carrera. Valdés logró la ansiada internacionalidad de la mano de Vicente del Bosque y alzó los títulos de campeón del Mundo y de Europa en Sudáfrica (2010) y Ucrania y Polonia (2012). Pinto también tuvo su cuota de protagonismo como portero de la Copa del Rey y ganó dos títulos defendiendo la portería blaugrana en las finales de Mestalla ante el Real Madrid (2009) y del Vicente Calderón frente al Athletic (2012).

El ciclo terminará en junio con la marcha de Víctor Valdés y Pinto. Tras el fichaje de Ter Stegen, el club debe decidir el perfil de quien debe ser su sustituto. Por un lado está la opción de la experiencia y, por otro, existe la opción de decantarse por la cantera. Oier, actual tercer portero, y Jordi Masip, el meta del filial, tienen contrato hasta el 2015 y se han ganado con su constancia una oportunidad. Zubizarreta, el portero quien se fue hace 20 años, deberá decidir.