Historia SPORT

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¿Por qué al Barça se le escapó Rodrygo?

Real Madrid - Manchester City | El doblete de Rodrygo en dos minutos que ha llevado el partido a la prórroga

El doblete de Rodrygo en dos minutos que ha llevado el partido a la prórroga / TELEFÓNICA

Joaquim Piera

Joaquim Piera

La obsesión (enfermiza) de Florentino Pérez por encontrar al "nuevo Neymar Jr." le llevó a invertir 120 millones de euros en dos jovencísimos futbolistas: Vinicius Jr., en mayo de 2017, cuando ni había debutado en el primer equipo del Flamengo, y Rodrygo Goes, en junio de 2018, cuando daba sus primeros pasos en el Santos FC.

Justo Rodrygo fue este pasado 4 de mayo, el héroe de la remontada del Real Madrid ante el Manchester City en el Santiago Bernabéu que permitió a los blancos acceder a su 17ª final de Champions League, pero... ¿cómo se le escapó al Barça?

La entidad blaugrana, siempre de la mano diligente de André Cury (el hombre de la secretaría técnica par Sudamérica), iba muy por delante del conjunto blanco. Y, en los dos casos, criterios puramente crematísticos, de un Florentino Pérez desbocado que decidió romper la lógica del mercado por dos futbolistas menores de edad, hicieron decantar el destino hacia el Bernabéu de dos jóvenes promesas, ahora ya consolidadas, que tenían el cartel de ser aspirantes a Neymar Jr., la manzana prohibida para el mandamás merengue.

Lo que ocurrió en 2017 con Viniciusse repitió un año después con Rodrygo en los mismos moldes financieros. O sea, un bonus propio de crack por firmar para el jugador (signing bonus) de 8 millones de euros, más 8 millones más en comisiones para sus agentes. El Flamengo recibió 45 millones por Vinicius, y el Santos, 40 por Rodrygo. El Barça nunca se planteó entrar en una puja económica sin sentido que ni la afición ni el entorno mediático hubiera entendido.

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Manchester City de la vuelta de las semifinales de la Champions League

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Manchester City de la vuelta de las semifinales de la Champions League / TELEFÓNICA

TRAICIÓN

Perdido Vinicius (en este caso hubo una traición al Barcelona de un integrante de su staff), la secretaría técnica blaugrana se centró en la promesa emergente del Santos FC, Rodrygo, a quien se tenía controlado desde sus inicios en las categorías inferiores.

En la primavera de 2017, se había cerrado un acuerdo económico con el jugador, información que fue publicada en exclusiva por SPORT, que fue quien había destapado el interés del Barça por la joya paulista. En plena sintonía con el entorno familiar y profesional del joven extremo, el siguiente paso era empezar las negociaciones con el Santos FC cuanto antes mejor.

De hecho, llegó a haber una primera toma de contacto, no demasiado halagüeña para los intereses blaugranas, que tuvo lugar en la sede del Santos FC, en el histórico estadio de la Vila Belmiro en el mes de mayo de aquel año. La delegación barcelonista estaba encabezada por el exCEO de la entidad, Òscar Grau, profesional de máxima confianza del expresidente, Josep Maria Bartomeu.

MOMENTO DELICADO

El presidente santista, José Carlos Peres, que vivía un momento muy delicado y sobre el cual sobrevolaba una moción de censura, fue muy duro. No quiso negociar y se remitió a la cláusula de rescisión del jugador, que ya había debutado en el primer equipo, de 50 millones de euros.

El siguiente paso, acordado entre el futbolista y el Barcelona, era presionar al Santos para que accediese a traspasarlo, cerrando las puertas a cualquier otro interesado. Había optimismo en el Barça, porque se consideraba que ningún otro club europeo podía quietarle un futbolista que apuntaba muy alto… a no ser, claro, el Real Madrid. Y, en aquel momento, la sensación general, principalmente de quien gestiona la caja en el Barça, es que Florentino no volvería a cometer la misma locura que un año atrás había perpetrado con Vinicius.

Desde el punto de visto económico y financiero, nada hacía pensar que el Madrid iría a por una promesa brasileña, habiendo fichado ya a Vinicius, un futbolista de su mismo perfil, con solo 6 meses de edad de diferencia, y que ocupaba la misma posición.

El Barcelona confiaba en poder cerrar el fichaje de forma inmediata, a pesar de contar con recursos muy limitados en efectivo antes de la apertura del mercado veraniego.

LAS NEGOCIACIONES

Hubo un paréntesis en las negociaciones entre clubes, porque el presidente del Santos viajaría a Inglaterra, como jefe de expedición de la 'seleçao', que realizaba la segunda fase de preparación previa al Mundial de Rusia. Y allí fue cuando entró en escena el Real Madrid.

El director general blanco, José Ángel Sánchez, se citó con José Carlos Peres en el hotel de concentración de la 'canarinha' en Liverpool, donde el domingo 3 el equipo de Tite derrotó a Croacia (2-0, con un gol de Neymar), en un amistoso de baja intensidad disputado en Anfield Road.

La reunión fue muy breve, el brazo ejecutor de Florentino Pérez ofreció 40 millones al Santos, 20 millones de los cuales serían desembolsados de forma inmediata. Peres, que había anticipado su vuelta a Brasil ese mismo día ante la posibilidad de ser destituido, aceptó. Los problemas de liquidez del club, provocados en parte por su nefasta gestión, terminaban con el 50% del valor de traspaso de su principal activo.

RODRYGO, MANIATADO

El Barça, sin efectivo, no podía contraatacar, estaba maniatado. Rodrygo, además, recibió 8 millones de euros de bonus por firmar, cuando, en la oferta blaugrana, ni se alcanzaba el millón de euros.

El padre del futbolista, Eric Batista de Goes, llegó a llamar a los negociadores del Barcelona disculpándose, de forma muy sentida, por haber roto el pacto verbal que habían alcanzado. En la secretaría técnica quedó la sensación de que se había hecho todo lo posible por un futbolista con un futuro espléndido y que el Madrid lo había fichado solo como una reserva de mercado.

De hecho, la inseguridad de Florentino era de tal tamaño que compró dos futbolistas similares, esperando que, al menos, uno de ellos cumpliese la profecía de convertirse un día en Neymar Jr.