El plan de Xavi con Ferran: Dos meses sin respiro

Todos los jugadores necesitan un mínimo de fondo físico para competir en la élite pero más aún los que sacan tanto beneficio de su potencia -que no debe confundirse con explosividad-. Ferran Torres tiene un buen cambio de ritmo pero es en distancias medias y largas donde más marca las diferencias. Cuando el delantero aterrizó en Barcelona venía de casi cuatro meses parado a causa de una fractura en el pie derecho, una lesión que lógicamente le impedía correr y, por lo tanto, le perjudicó a nivel de resistencia.

Ferran perdió el fondo físico y tanto el cuerpo técnico como los preparadores tenían clara la hoja de ruta a seguir: primero hacía falta ganar capacidad aeróbica para encontrar después la potencia que tanto caracteriza al de Foios. Y, con la difícil situación que atravesaba el equipo en enero, no había tiempo por perder.

PRETEMPORADA EXPRÉS

No es que se llegaran a correr riesgos -no se trataba de una lesión muscular, donde sí hay más recaídas- pero el club y Xavi pusieron la directa para tener a Torres al cien por cien lo antes posible. De ahí que el ex del City enlazara minutos sin ningún tipo de tregua: 120 ante el Athletic, 90 contra Alavés, Atlético, Espanyol, Nápoles y Valencia, 81 ante los napolitanos en Italia y 66 frente al Athletic en el Camp Nou. Todos habían entrado en las rotaciones de Xavi salvo el valenciano, que al fin descansó en el Martínez Valero, donde sería clave saliendo y anotando en la segunda mitad.

Ese envite y el posterior contra el Galatasaray, en el que fue sustituido al descanso, sirvieron como respiro antes de su despegue definitivo en el apartado físico. Sin ir más lejos, en el Clásico destrozó a Carvajal una vez tras otra yendo al apoyo para después romper al espacio. Así tuvo una primera gran ocasión en un mano a mano con Courtois y así anotó el 0-3 pocos minutos más tarde. El 0-4 de Aubameyang también tuvo como origen un desmarque en profundidad del valenciano. 

Dos meses y medio después de su debut, el Barça ya tiene a una de sus piezas más fundamentales al cien por cien, una garantía para Xavi de cara al tramo final de curso.