El plan del Barça para evitar las fugas

German Bona

German Bona

La salida de Sergio Gómez ha hecho daño en el Barcelona. Como en su día la de Mboula, Eric García o tantas otras. Pero especialmente la del centrocampista juvenil, por su enorme proyección tras ser nombrado Balón de Plata en el Mundial sub17 y porque los responsables del fútbol formativo del club azulgrana habían puesto en marcha un plan 'antifugas' que no ha podido evitar que Sergio Gómez vista la camiseta del Borussia Dortmund.

Desde esta temporada, y precisamente por las anteriores fugas, en el Barça se ha elaborado y puesto en funcionamiento un plan que afecta a los futbolistas juveniles  y también a aquellos que están por debajo en las categorías inferiores pero tienen contrato económico. La estrategia tiene un pilar fundamental: el aumento de la masa salarial hasta un 160 por ciento.

En la entidad azulgrana consideran que supone un gran esfuerzo haber incrementando los salarios de estos futbolistas hasta en un 160 por ciento, y de ahí que crean injusto que a menudo se hable de 'inacción' por su parte.

Con esta medida han conseguido frenar la sangría, pero al final siempre la última palabra la tendrán el propio futbolista y su entorno. Hay varios casos en peligro y son conscientes de que quien se quiera ir... se marchará. No pueden garantinzar es un número determinado de partidos con el primer equipo y al final toca apelar al sentimiento culé. Sergi Roberto es el ejemplo más emblemático.

Aumentar la base salarial tiene un claro propósito, que no es otro que conseguir que los futbolistas acepten subidas en las cláusulas de rescisión. Y es que no puede ser, por ejemplo, que un talento como Sergio Gomez se marche por tres millones de euros. Ya no hay solo temor en los clubs ingleses, como pasaba hasta hace pocos años, sino también son ahora los alemanes, los franceses y cualquier Liga europea.

Si las cláusulas suben, se conseguirán poner las cosas más difíciles, y en ello trabajan los responsables de la cantera azulgrana. No es fácil evitar fugas y a la vez mantener un equilibrio económico y también moral entre los jugadores de la plantilla, pero también saben que un club de la entidad del FC Barcelona no está para formar futbolistas... y que luego los aprovechen otros.