Piqué, enemigo número uno en Cornellà - El Prat

La afición blanquiazul llego a Cornellà-El Prat con un objetivo fijado claramente. Gerard Piqué se llevó desde el primer minuto una sonora bronca cada vez que tocaba el balón. Las palabras de Burgui diciendo que el central “dejaba mucho que desear como persona” caldearon aún más los ánimos contra el futbolista, que tuvo que soportar los abucheos con la misma profesionalidad que lo hace en la mayoría de campos cuando viste tanto de blaugrana como con la camiseta de la selección española.

El estadio blanquiazul respiró un gran ambiente, si bien el público entró con el tiempo justo por el mayor rigor en las medidas de seguridad a raíz de los atentados de París. En las inmediaciones del estadio se notaba una presencia superior a la de otras ocasiones de policías armados y furgones. Muchos seguidores también esperaron a última hora para comprar sus entradas y se vieron colas en taquilla. Eso sí, el córner donde se sitúa la afición visitante estaba vacía ya que el Espanyol no vende entradas desde hace años a los seguidores culés.

La crispación hacia el equipo blaugrana se notó de entrada con un cántico de “puta Barça”, que sin embargo no siguió con insultos mucho más subidos de tono. Las multas de la LFP parecen haber hecho mella ya que los gritos, especialmente desde la Curva, eran en forma de pitos con Piqué en el centro de la diana.