Pesadilla en un Camp Nou teñido de blanco

Los colores del Eintracht poblaron casi la mitad del aforo en una jornada caótica y atípica

Los alemanes se quedaron con las entradas de los socios en excedencia, posibles ventas de carnets y reventas

La afición del Eintracht 'invade' Barcelona

La afición del Eintracht 'invade' Barcelona / @EdgarFornos

Jordi Gil

Jordi Gil

Surrealismo. No se puede definir de otra manera lo vivido ayer en el Camp Nou. Las gradas se poblaron de aficionados del Eintracht, casi la mitad del aforo, cuando sus aficionados solo disponían de 5.000 localidades. Las localidades vendidas por el club, de los socios en excedencia, quedaron en manos de los alemanes, a las que hubo que añadir las posibles reventas y otro factor que añadió el asesor a la presidencia, Enric Masip, como sería la venta de carnets de los socios.

”Todo el mundo está en su derecho de vender sus carnet, pero la realidad nos hace ver un Camp Nou con tantos aficionados del rival, da mucha lástima…”. escribió Masip en las redes sociales, donde se provocó un gran alboroto señalando al club como el responsable de que el blanco del Eintracht presidiera las gradas del estadio.

En realidad, los colores del conjunto de Frankfurt mandaron en Barcelona durante toda la jornada. Más de 25.000 hinchas llegaron a la capital catalana y cortaron las principiales arterias de la ciudad, como la Avenida Diagonal y las vías del tranvía, para acceder al campo. Lo hicieron de forma ruidosa y masiva, además de dando muestras de una alta ingestión de cerveza. En los aledaños del campo se vieron muchos cascos de botellas rotos y desperfectos varios.

Las gradas del Camp Nou se llenaron de aficionados del Eintracht

Las gradas del Camp Nou se llenaron de aficionados del Eintracht / Javi Ferrándiz

Fumando y sin mascarilla

Una vez en el Camp Nou, los 5.000 con entrada accedieron a su espacio habilitado con normalidad y los que habían adquirido las entradas por internet o distintos canales de dudosa legalidad, se fueron mezclando con los seguidores culés. No se registró enfrentamientos entre las aficiones, sobre todo por la sangre fría de los culés que tuvieron que aguantar a sus rivales al lado saltando e incumpliendo normas como la de fumar en el recinto o llevar mascarilla.

La grada de animación mostró su enfado dejando vacío su espacio en el inicio del segundo tiempo. Entraron a los diez minutos para volver a arropar al equipo en el intento de remontada. Fue imposible en una jornada muy triste para el barcelonismo.