El peligroso poder de las redes sociales en elecciones

Joana Barbany y Maria Teresa Andreu junto a Víctor Font

Joana Barbany y Maria Teresa Andreu junto a Víctor Font / sport

Albert Rogé

Albert Rogé

Las elecciones del Barça han entrado en una nueva dimensión. La 2.0. Para bien o para mal. Eso ya depende del uso que le haga cada precandidato. Habrá algunos que lo sepan hacer mejor. Otros peor. Y ya lo estamos empezando a ver. Aunque muchos quieran creer que no. Las redes sociales han llegado para quedarse y el universo Barcelona haría bien en tenerlas en cuenta.

No hace falta ir muy lejos para comprobar su poder. Fue en la pasada moción de censura. “Cuatro twitteros”, decían algunos. El resultado, 19.532 firmas para provocar la dimisión de Josep Maria Bartomeu. Y gran parte de todo ese movimiento fue en Twitter, la red social por excelencia de la masa de aficionados del Barça. Aficionados, sí, que no socios. Aunque son igual de importantes. El ruido que provocó esa parte hizo que muchos socios salieran de sus casas para ir a firmar la moción de censura contra un presidente del Barça. Algo impensable hace unos años.

Las redes sociales tienen su parte buena y su parte mala. ¿La buena? Que en época de pandemia mundial, los precandidatos tienen un altavoz para llegar al socio. Vídeos, declaraciones, desmentidos y mucho más. También entrevistas. Y es que muchos precandidatos han pasado, o pasarán, por el canal de Youtube de Víctor Palacios (159K de suscriptores en Youtube) o el de @Inie8tazo (104K de seguidores en Twitter). Y de allí salen grandes titulares. Y eso lo saben los jefes de campaña, que se quieren mostrar cercanos de esos nuevos círculos para poder llegar hasta el último socio posible. Cada voto cuenta. El más activo es Víctor Font. El que le siga puede ver como interpela a cualquier aficionado del Barça que tenga alguna duda sobre su proyecto. El precandidato rápido ofrece una conversación para explicar su proyecto. Y eso es de aplaudir. El socio y aficionado cuando más cerca esté del club, mucho mejor.

La parte mala de las redes también las vivió Víctor Font hace pocos días. El precandidato anunciaba la incorporación de Jordi Majó, antiguo candidato a las elecciones del Barça. Horas después, emitía un comunicado donde se daba por finalizada la vinculación. ¿El motivo? Unos tweets de hace años con declaraciones políticas que no gustaron a la candidatura. Font, que fue atacado en las redes por este movimiento, reaccionó rápido.

En las redes también ha salido a la luz un tweet de Maria Teresa Andreu, directiva que forma parte de la precandidatura de Font, arremetiendo contra Toni Nadal, uno de los pesos pesados del equipo de Víctor. Es del año 2011, cierto. Pero ya sabemos la fuerza de las redes. Y si no que se lo cuenten a Sergi Guardiola, despedido el mismo día que fichó por el Barça B tras desvelarse unos comentarios contra Catalunya. Eso es lo que tiene Twitter. Todo queda. Pero el tiempo lo cura todo. Tanto que hasta un precandidato tiene a un jefe de campaña que publicaba tweets en contra de él hace años. Descubrimiento del twittero @JoanFontes. La magia de las redes. Para bien o para mal.