¿Qué peligros comporta padecer una arritmia maligna? Diferencias entre Agüero y Hansen

Pese a que en un primer diagnóstico, el FC Barcelona anunció que el malestar torácico que padeció el Kun Agüero sería benigno, unas últimas afirmaciones en ‘Catalunya Ràdio’ aseguran que el Kun podría tener que retirarse. El delantero argentino padecería una arritmia cardíaca que no sería benigna y pondría en serio peligro su carrera como futbolista profesional.

Tal y como nos explica el doctor Tomás Torres, especialista en medicina intensiva de Clínica Mi Tres Torres-iMove, tanto una arritmia benigna como una maligna, son “dos grupos de arritmias que comprenden diferentes tipos de alteraciones del ritmo. En el caso de las arritmias benignas no amenazan la vida del paciente a corto plazo. Las arritmias malignas sí pueden desencadenar un paro cardíaco y son potencialmente mortales. La taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular que pueden conllevar son causas de muerte súbita”.

Aun así, 'Catalunya Ràdio' apunta que no hay nada definitivo, se le está controlando, durante estos próximos meses se le irán haciendo resonancias, pruebas de esfuerzo e irán valorando cómo evoluciona. En general, tal y como se está haciendo en el caso del Kun, “hay que realizar una serie de pruebas para estudiar todas las arritmias, ya sean benignas o malignas. Cuando la arritmia es maligna, puede ser necesario realizar otras pruebas del corazón más específicas y estudiar así la enfermedad responsable (cardiopatía isquémica, miocardiopatías, canalopatías…)”.

En cuanto a los síntomas, “las arritmias malignas pueden producir palpitaciones, mareos, dolor torácico, pérdida de conciencia (síncope) o incluso muerte súbita durante la práctica deportiva. Hay arritmias malignas que se desencadenan durante ejercicio físico intenso y pueden poner en riesgo la vida del deportista”, explica el doctor Torres.

Respecto al tratamiento de las arritmias malignas, el doctor Torres afirma que “puede hacerse con fármacos antiarrítmicos, cardioversión eléctrica con un desfibrilador (externo o interno) o mediante un estudio electrofisiológico y ablación (quemar directamente con un catéter las zonas del corazón donde se origina la arritmia)”. 

El Kun ya sufrió una arritmia hace años de la que fue intervenido, pero tal y como relata el especialista de Clínica Mi Tres Torres-iMove, “hay pacientes en los cuales una ablación no garantiza al 100% la desaparición de la arritmia maligna y existe la posibilidad de presentar un nuevo episodio, con lo cual se corre el riesgo de sufrir un paro cardíaco durante la práctica deportiva. Asimismo, si el tipo de arritmia se asocia a riesgo de muerte súbita puede ser necesaria la implantación de un desfibrilador automático interno (un dispositivo que se coloca bajo la piel, detecta las arritmias potencialmente mortales y las elimina mediante una descarga eléctrica desde dentro del corazón, con lo cual se recupera el ritmo cardíaco normal). O bien podría llegar a necesitar fármacos que afectaran a su rendimiento deportivo o que aumentaran el riesgo de sufrir hemorragias en caso de traumatismos”. 

Obviamente, para un deportista con arritmias malignas, “el riesgo más grave es el de muerte súbita durante la práctica deportiva. En los portadores de desfibrilador interno, podría sufrir una arritmia maligna inducida por ejercicio intenso y perder el conocimiento (en este caso, el desfibrilador actúa y realiza un choque eléctrico para salvar la vida del paciente). Hay cardiopatías que pueden empeorar debido a la práctica de deporte profesional”. 

En el fútbol, son conocidos casos previos como el de Juan Señor o De la Red, que fueron diagnosticados a tiempo de cardiopatías que les obligaron a abandonar el fútbol profesional para evitar riesgos. Desgraciadamente, en otros casos como el de Dani Jarque o Antonio Puerta no se detectaron y fallecieron por muerte súbita.