Una película sin final feliz: el Barça se abandona

Los de Koeman confirmaron ante el Levante que son un equipo volátil con problemas de desconexión

De los últimos 12 puntos el Barça solo ha sumado cinco y el título está en el terreno de las matemáticas

El Barça dice adiós a LaLiga tras empatar ante el Levante: el resumen de la debacle culé

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El Barça no da tregua a sus aficionados. No hay un día tranquilo y poco importa ya el rival. No, el Barça no se fue a dormir líder. No, el Barça no merece esta Liga. No, lo del Granada en el Camp Nou no fue un accidente. 

Se confirmó ante el Levante, un partido que el Barça dominaba plácidamente hasta que entró en barrena y terminó desmantelado, víctima de una pájara inexplicable. Del 0-2 se pasó al 2-2 tras unos minutos de desorden bochornoso. Y del 2-3 a un 3-3 con el que el Barça parece despedirse, ahora sí, de una Liga inclasificable.

La jugada del empate fue un epílogo terrible. Dest apareció en la foto, superado tras cuerpear con Toño. La falta de tensión competitiva del estadounidense fue la de un Barça que sigue dejando esa sensación de equipo inmaduro y volátil, a menudo cerca del sonrojo. No es nada nuevo: este equipo no cierra los partidos y no es regular en un mismo encuentro. Pero peor aún: ha bajado los brazos las últimas semanas. 

De los últimos 12 puntos el Barça ha logrado solo cinco y la Liga para el Barça ya está en el terreno de las matemáticas. “Han sido errores nuestros, demasiados. Y no solo hoy. No hemos llegado a estos últimos partidos con esa chispita que llegamos a tener. Y nos hemos dejado demasiados puntos para ganar esta Liga”, reconoció Busquets tras el partido.  

Le ha falta solidez a este Barça, a pesar de tener en Messi una certeza competitiva ante la mayoría de equipos de LaLiga. Puede que el argentino haya perdido impacto en los partidos más exigentes, pero sigue siendo un factor decisivo en esta Liga.

El fútbol puede parecer sencillo en sus pies. Hay una naturalidad en su forma de relacionarse con el balón que lo hacen único, como si fuera una extensión de su cuerpo. También un pragmatismo devastador para los rivales: en su fútbol no hay un regate de más, un gesto de cara a la galería o una voluntad de gustarse. Tan solo la intención de encontrar el camino más corto para marcar. Pero lo más asombroso es como domina todos los registros.

Incluso futbolistas extraordinarios como Pedri tienen sus lunares. En su caso el disparo. Messi, que juega otra liga, ha ido desmintiendo durante toda su carrera presuntas flaquezas. Ya sea su pierna derecha, el remate de cabeza, o como ante el Levante, el remate acrobático

Suyo fue el primer gol del Barça con una volea ajustadísima. En su primer remate la pelota acabó dentro. Fue su gol número 29 en LaLiga. El número 38 de esta temporada.    Y parecía el punto de partida de una victoria cómoda del Barça que tenía que permitirle irse a dormir líder a la espera de ver qué lo que ocurría con el Atlético-Real Sociedad de hoy (22.00 h.) y el Granada- Real Madrid de mañana. Pero no fue así, a pesar de que el Barça se fue al descanso con 0-2 tras el gol de Pedri. 

Lo que ocurrió en la segunda parte fue la versión más tétrica del Barça. Incluso Messi salió en la foto del 2-2 con un error en el pase. El equipo no supo sobreponerse a la salida de Araujo, que acabó tocado la primera parte, y a la entrada de Sergi Roberto, que no encontró su sitio en el centro de la defensa. 

El Barça puede terminar la jornada a 4 puntos del Atlético y a 2 del Madrid. Pero sobre todo deja una sensación de dejadez. Como si hubiera perdido la inercia que hizo que volara durante unos meses. Desde la derrota ante el Granada, el Barça dejó de creer y a Koeman le cambió la cara.