Pedri, un regalo de navidad

En un año difícil y de escasas buenas noticias, la irrupción de Pedri ha sido una bendición. No solo para el Barça, sino también para el aficionado de un deporte inmerso en una delicada realidad desde la aparición de la COVID-19. Pedri es talento, ilusión, alegría y, por encima de todo, una bocanada de aire fresco para un barcelonismo sediento de nuevos referentes. De forma inesperada, además, el de Tegueste se ha convertido en el mejor socio de Messi, que ha detectado en la joven estrella evidentes síntomas de su mismo idioma; aquel que permite leer las jugadas un segundo antes que los demás.

Que Pedri es el mejor fichaje del 2020 no lo discute ya nadie. Con 18 años recién cumplidos, y sin necesidad de llamar la atención con tatuajes o peinados extravagantes, el ex de Las Palmas se ha centrado desde el primer día en hacer lo que más le gusta, disfrutar con el balón en los pies. “Al final mi vida no ha cambiado tanto, sigo haciendo lo mismo que siempre, que es jugar a fútbol”, decía a SPORT en una entrevista reciente.

Su caché ha ‘explotado’ en pocos meses, pero su hoja de ruta sigue siendo la misma: humildad y trabajo. Lo primero queda en evidencia con su actitud y con el cariño con el que le ha acogido el vestuario azulgrana. Lo segundo lo ha remarcado Koeman varias veces pero salta a la vista en cualquier partido del Barça. Además de calidad, Pedri trabaja como el que más, un hábito que adquirió durante la temporada pasada en Segunda, donde la entrega no se negocia.

Pedri es futuro pero también pieza ya clave en el presente. Koeman le ha dado confianza desde el primer día. Los números así lo expresan: el centrocampista ha tenido minutos en 19 de los 20 partidos del curso, siendo titular habitual y saliendo también de inicio en fechas marcadas como el Clásico o el duelo en Italia frente a la Juventus. En Turín, Pedri se presentó al mundo con una exhibición que se prolonga desde entonces en cada encuentro. Koeman intentó protegerle dándole ciertos descansos, pero el alud de fútbol se ha impuesto. El nivel de Pedri es demasiado alto como para no dejarse llevar.

SOCIEDAD CON LEO MESSI

El centrocampista ya no es una moda, porque estas pasan y él ha llegado para quedarse. Lo sabe Messi, que lo busca cada vez más sobre el césped. Caprichos del destino, un jugador cuya plaza en la plantilla culé este año no era segura a principios de verano puede acabar jugando un papel importante en la re-ilusión del ‘10’. La sociedad rosarino-tinerfeña se ha erigido en el principal argumento blaugrana para rebelarse ante el que, para muchos, debía ser solo un año de transición. La ilusión de Pedri arrastra a Messi y la del ‘10’, a todo el barcelonismo.