Pedri y Dembélé, las dos caras de Getafe

Pedri demostró que está preparado para el máximo nivel

Pedri demostró que está preparado para el máximo nivel / EFE

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La derrota ante el Getafe ha dejado una sensación de kilómetro 0 en el ambiente. Como si hubiera que resetear lo ocurrido en las dos primeras jornadas, cuando más de uno se vino arribo con las expectativas del Barça de Koeman.

Lo más llamativo que dejó el encuentro fue que Pedri, un adolescente de 17 años, fue el jugador que mejor interpretó el juego del Barça. Puede que el elogio que mejor defina al canario es la naturalidad con la que juega al lado de Messi. Incluso estrellas consagradas se sienten a veces intimidadas. No es el caso de Pedri que no parece condicionados por las jerarquías. 

Lo demostró ante el Getafe. En su primera titularidad. Y en una posición que exige pensar rápido y encontrar soluciones en espacios reducidos. Pedri jugó de enganche ante un rival que sabe cerrar los pasillos interiores y que somete a sus rivales a pruebas de estrés y de paciencia continuamente.

Y lo hizo demostrando que tiene una visión privilegiada del espacio. Decía Cruyff que a un toque se juega muy bien al fútbol, a dos, bien y a tres muy mal. Y Pedri tiene esa capacidad de con un toque poner la jugada de cara para su equipo.

También de girarse con la pelota pegadita al pie y anticipar los movimientos de sus defensores. En el Coliseum dejó claro que es especial. Y que juega con una madurez y un aplomo sorprendente.

Koeman lo sustituyó en la segunda mitad pero Coutinho no mejoró su actuación. La aportación del brasileño no tuvo el peso colectivo de Pedri. Coutinho condució más el balón y tomó peores decisiones.

Algo parecido ocurrió con Dembélé. Hay una distancia sideral entre lo que sugiere su juego y lo que realmente produce.Ousmane perdió 16 balones ante el Getafe. Koeman lo alineó en la banda izquierda y el francés mostró su juego más desafinado. Malos controles, errores no forzados y sobre todo malas decisiones en el último tramo del juego.

Quizás lo más llamativo es como, desde el punta de vista táctico, Dembélé es exactamente el mismo jugador que llegó al Barcelona. Y eso hace que dependa tanto su rendimiento de lo acertado que esté en el uno contra uno.

Ante el Getafe, en su primera titularidad desde hacía meses, no logró sobresalir en una actuación muy deficiente de casi todo el equipo.