Paulinho, desaparecido en combate

La eliminación del Barça ante la Roma en la Champions tras el fiasco del Estadio Olímpìco (3-0) ha puesto en el foco la situación de Paulinho Bezerra, que ha desaparecido de la alineación de Ernesto Valverde en la mayoría de los partidos de la parte decisiva de la temporada.  

Paulinho Bezerra llegó al FC Barcelona desde el fútbol chino obligado a ganarse a la afición y el entorno blaugrana, que cuestionaban, no tanto su calidad, como su capacidad para adaptarse al estilo de juego del club.

Ernesto Valverde apostó por él y el brasileño aportó potencia física y verticalidad al centro del campo blaugrana. Sus llegadas desde la segunda línea se tradujeron en goles y en una importante contribución en la primera línea de presión a la salida de balón del rival.

Perdiendo gas

Sin embargo, con el paso de los meses y los partidos, Paulinho fue perdiendo gas. Sus goles se fueron espaciando y cuando le fallaron las fuerzas el brasileño fue notando de manera más acusada sus dificultades en el juego posicional y de combinación por el que, en principio, apuesta el Barça.

El centrocampista brasileño, agotado físicamente al llevar un año completo compitiendo, dejó de aportar músculo y gol y Valverde ha ido contando menos con él  en la recta decisiva de la temporada.

Si en el Sánchez Pizjuán fue sustituido en la recta final, cuando se forjó el 2-2 contra el Sevilla, frente a la Roma sólo disputó los últimos 24 minutos en la ida, y quedó inédito en la vuelta.

Paulinho ha participado en 43 de los 51 partidos oficiales del Barça en esta temporada, pero solo ha disputado 2.221 de los 4.590 minutos posibles, menos de la mitad.

Sus 8 goles y 2 asistencias llegaron todos en la Liga, la competición en la que ha tenido más presencia: 29 de 31 jornadas, 1.621 de 2.790 minutos (58%).

Tres meses de sequía

Pero la última diana data del 14 de enero, en el Real Sociedad-Barça (2-4), hace doce jornadas. De hecho, Valverde no le dio un solo minuto en el último Barça-Leganés (3-1), pero ese descanso no significó que tuviera presencia en el Roma-Barça.

En la Copa del Rey, sucedió algo similar con Paulinho: desde la derrota en la ida de los cuartos de final frente al Espanyol (1-0), el brasileño se vio relegado a la suplencia en los siguientes tres duelos decisivos en el camino hacia la final del 21 de abril contra el Sevilla, ante los blanquiazules (2-0 en el Camp Nou) y frente al Valencia en semifinales (1-0 y 0-2).