¡Ni un paso atrás!

"No hago cuentas. Mi cuenta es mañana”, dijo ayer Xavi. Fue una respuesta contundente que no necesita traducción. Una afirmación categórica que nace directamente del partido sin goles ante el Galatasaray.

El Barça es otro con Xavi, pero el Barça sigue estando muy lejos del equipo que imagina Xavi. Y, sobre todo, está a años luz de poder ni siquiera atreverse a tener la tentación de levantar el pie del acelerador. Es posible que, tarde o temprano, el proyecto alcance la velocidad de crucero necesaria para jugar de memoria, correr sin antes tener que pensarlo y entender todo lo que se les pide a los futbolistas, pero ese momento aún no ha llegado. El tiempo dirá si al Barça de Xavi le está permitido hacer cuentas. Como repetía el ex president de la Generalitat, Jordi Pujol, para evitar preguntas incómodas, “avui això no toca”). Hoy toca Osasuna. Nada más.

Que tras recibir a Osasuna se la jueguen ante el Galatasaray y, poco después, viajen al Bernabéu solo hace que reforzar su discurso. La mejor forma de afrontar una semana tan intensa es haciendo los deberes en LaLiga. Hoy toca Osasuna. Mañana será otro día.

Respeto máximo

Los de Pamplona visitan el Camp Nou tres meses después de medirse al Barça en El Sadar. Aquel fue un partido que dejó un recuerdo muy amargo al técnico blaugrana, que dirigió desde el banquillo su sexto partido como responsable de la primera plantilla. El Chimy Ávila, baja hoy por sanción, empató en el 86’. “Hay que cambiar la dinámica de forma urgente. No puede ser. Hay tantas cosas por mejorar...”, comentó. Así pensaba entonces porque el balance en seis encuentros era de dos victorias, dos empates y dos derrotas.

La situación, al cabo de tres meses, es muy distinta porque se ha avanzado mucho y el trabajo ha sido enorme a todos los niveles, pero bajar la guardia como se hizo en la Europa League penaliza y supone un pequeño retroceso que el Barça no puede permitirse. El aviso que Xavi dio ayer en rueda de prensa va en esa dirección. La intensidad no se negocia si la idea es mantener una tendencia ascendente que, en LaLiga, es evidente.

De hecho, aquel 2-2 en Pamplona en los últimos minutos fue un golpe duro, pero aquel día el Barça visitó a Osasuna tras caer ante el Betis en casa y esa esa fue la primera y última derrota de Xavi en el torneo de la regularidad. Son once jornadas consecutivas sin perder en las que solo han concedido cuatro empates. Además, los blaugrana buscan esta noche en el Camp Nou encadenar tres victorias ligueras, que sería la mejor carta de presentación antes del clásico. Siempre que el viaje a Estambul para medirse al Galatasaray en la Europa League sea todo lo placentero que debería ser.

Factor Arrasate

Osasuna se marcó el pasado lunes un ‘Laporta’, exhibiendo una pancarta gigante en el centro de Pamplona con la que anunciaba la renovación de su técnico, Jagoba Arrasate, hasta 2024. Fue un curioso guiño hacia el presidente del Barça, cuya lona en Madrid fue clave para ganar las elecciones a la presidencia del club blaugrana. El anuncio llegó dos días después de ganar en casa al Villarreal y supone un empujón importante al proyecto justo antes de visitar el Camp Nou.

El entrenador del conjunto navarro llegó a El Sadar en 2018 con el equipo en Segunda División y, desde entonces, se ha medido cinco veces al Barça y solo ha perdido en dos ocasiones, las dos con Ronald Koeman en el banquillo (4-0 en el Camp Nou) y 0-2 en El Sadar. El peor recuerdo es el 1-2 del 16 de julio de 2020, con Setién en el banquillo. Corría la penúltima jornada y el Real Madrid, tras ganar al Villarreal, ganó LaLiga. Leo Messi, tras aquel partido, cargó duro: “Ya dije que jugando así no ganaríamos la Champions y no nos ha alcanzado ni para la Liga”. Parece una eternidad, pero no han pasado ni dos años. Hoy solo toca Osasuna