Partidazo de un Neymar inspiradísimo

Si Messi es el mejor jugador de la historia, Neymar puede ser considerado el futbolista más desequilibrante del mundo, seguramente el más descarado, el más valiente y que siempre tiene entre ceja y ceja ofrecer espectáculo y divertir a los espectadores.

En un partido difícil y complicado,como lo son siempre que delante está el Villarreal como adversario, el brasileño deleitó con su juego eléctrico, desenfadado, creativo y mágico. La acción que protagonizó en el minuto 80, y desembocó en el gol de penalty de Messi, fue el resumen de todas las virtudes de las que hablamos. Que Neymar tuviera la ocurrencia de hacerle un sombrero sobre la marcha al defensa castellonense, pegado a la línea de fondo, dentro del área, es algo asombroso. Una auténtica barbaridad, como la carrera de cincuenta metros que protagonizó a los cincuenta minutos, yéndose de todos los contricantes con velocidad y control del balón.

<strong>Neymar </strong>fue el jugador que abrió el marcador en una jugada muy dudosa donde rozó el fuera de juego. Se benefició de una acción de Messi para adelantarse a la defensa amarilla y tocar el balón lo suficiente para batir a Fernández. No fue un gol más, fue el noveno que el astro de Sao Paulo le endosa al Villarreal, equipo al que le tiene tomada la medida: siete en Liga y dos en Copa del Rey.

Hubiera podido ampliar esos registros de no haber dudado cuando, a falta de un cuarto de hora para concluir la contienda, se plantó solo frente el meta visitante. Intentó una especie de vaselina, pero se quedó corto. Inspirado y retador, se puso de manifiesto que cuando los defensas rivales no intentan detenerle con malas artes,cuando no le provocan, Neymar es un verdadero espectáculo para los ojos. Con él en el terreno de juego la diversión y el espectáculo están garantizados. 

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