El Palau se 'independiza'

El proyecto del nuevo Palau echa a andar

El proyecto del nuevo Palau echa a andar / FCB

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Ha llegado la hora de que el Palau se ‘independice’, de que sea autónomo. Quiere ser dueño de sus riendas y en eso trabaja el club. A dos años vista de la fecha programada para la inauguración del nuevo Palau (se habla de finales de 2022), el FC Barcelona pone los cimientos para que esta instalación, que acoge las secciones profesionales azulgranas, tenga entidad propia.

En pos de este nuevo proyecto, la Junta Directiva decidió el pasado mes de febrero crear un órgano de gestión para iniciar ya acciones de cara a generar una visión más integral de las secciones. 

Albert Soler será el responsable y gestor del Palau mientras que Oriol Bonsoms se encargará de la comunicación de la instalación polideportiva. Además, Olga Fernández-Montes será la responsable de Marketing y Marc Bruix, el de negocio.

El objetivo es tener una visión unitaria de los departamentos de marketing, comunicación y negocio y atender las diferentes necesidades que tanto los equipos como sus respectivas aficiones requieren. 

Dinámicas diferentes

El club tiene claro que las dinámicas del Palau y las del Camp Nou son absolutamente diferentes. Hasta ahora, el club siempre se ha posicionado como Barça en temas de secciones, lo que ha impedido ver en algunos casos necesidades concretas de los diferentes deportes. 

Ahora se busca poder crear un relato en nombre del Palau para solucionar las posibles carencias que genera enfocar las secciones como club global.

Así, en palabras del nuevo responsable del Palau, Albert Soler, el objetivo es “crear una nueva manera de entender el Palau y que el socio lo perciba”.

Con el nuevo Palau en el horizonte, está claro que cambiarán muchos aspectos. El principal será la multifuncionalidad de la instalación, que permitirá acoger toda la actividad deportiva, que será siempre la prioridad, pero a ella se añadirá una área lúdica muy importante donde cabrá la posibilidad de cobijar desde conciertos hasta exposiciones, congresos, etc...

Es decir, se quiere “explotar el Palau desde el punto de vista comercial como sucede en muchas instalaciones en Europa y Estados Unidos”.

Beneficios en su gestión

Con este nuevo concepto de Palau, se pretende que la nueva instalación “genere beneficios de su gestión, aunque lógicamente no llegará a sufragar los gastos que generan las secciones”, que este año se han presupuestado en 55 millones de euros.

Otros puntos de explotación dentro del Palau serán los palcos, la restauración y demás actividades lúdicas que puedan generar beneficios los días de partido. Cabe tener en cuenta que actualmente el Palau tiene actividad deportiva 140 días al año suponiendo que los cuatro equipos lleguen a los play-off en competición europea y doméstica

Lo importante es ampliar al máximo el público asistente a los eventos deportivos, algo que con el proyecto planificado en el Espai Barça se pretende conseguir.

Incremento de abonos

El nuevo organismo para dirigir el Palau buscará la fórmula de captar público en cada una de las secciones así como sponsors exclusivos, que no dependan del negocio del fútbol. 

El proyecto contempla la construcción de un Palau con 10.000 localidades y un anexo con capacidad para 2.000. Estas cifras, aprobadas en  referéndum en 2014, podrían quedarse cortas, por lo que el club podría estudiar la posibilidad de ampliar los aforos a 14.000 y 4.000 respectivamente, lo que permitiría trasladar el hockey y el balonmano al anexo y aumentar sobremanera el público en los partidos de basket.

El objetivo es que se mantengan los abonados de siempre y buscar fórmulas para dar cabida a un público joven que está llamando a la puerta y que hoy en día tienen complicado acceder al Palau por la falta de capacidad y el poco ‘seient lliure’ que se genera. El nuevo Palau ya empieza a andar solo, sin el ‘bastón’ del Camp Nou.