Otra vez el lío de la sede de la final de la Copa

Son 114 ediciones, pero los problemas endémicos parecen tener 200 años. A la Copa del Rey 2017/18 sólo le falta conocer el campeón... o no. Porque a día de hoy no solo está en el aire la fecha oficial del 21 de abril, sino también la sede en donde se disputará el partido entre el FC Barcelona y el Sevilla.

Llueve sobre mojado. A la habitual improvisación de la RFEF y la LFP para establecer los calendarios, se unen las rencillas entre los diferentes clubes. Rivalidades que a buen seguro tendrían una respuesta similar si el nombre de uno de los finalistas tomaría el puente aéreo, pero que en cualquier caso deja fuera de concurso, una vez más, el estadio ideal como es el Santiago Bernabéu por ubicación y capacidad.

La oferta sevillista

La polémica se ha visto aderezada en esta ocasión por la propuesta del presidente sevillista, José Castro, proponiendo dos de los estadios de la capital andaluza, el propio Sánchez Pizjuán y La Cartuja, eso sí obviando el Benito Villamarín de su gran rival el Real Betis...

Además, al coincidir la final de la Copa con una jornada de Liga (la 34ª), será necesario retocar el calendario de al menos el Barça-Villarreal y el Sevilla-Real Madrid que s etrasladarán al 9 de mayo,

Repasamos el uno por uno de los estadios que estarán sobre la mesa en la reunión que llevarán a cabo los responsables de la RFEF el próximo lunes 12 de febrero:

Santiago Bernabéu: El primero en la lista por su idoneidad, pero también para descartarlo inmediatamente. El motivo es que el Real Madrid no lo ofrecerá y por tanto no puede ser contemplada esta opción. Sus virtudes, máximo aforo (81.000 plazas), buen estado de la instalación por las continuas mejoras a las que Florentino Pérez lo somete cada verano y perfectamente comunicado por avión, tren y carretera a las dos ciudades con una distancia más o menos equidistante: Sevilla está a 534 kilómetros y Barcelona, a 600. Además, esa jornada ya se debía disputar el Sevilla-Real Madrid, por lo que no afectaría a un tercer partido del calendario de Liga.

Wanda Metropolitano: La segunda mejor opción y la más probable aunque obligará a retocar seriamente el calendario de Liga. Tiene las virtudes logísticas del Bernabéu para el desplazamiento de las aficiones y es más moderno (se inauguró en 2017). Además, el Atlético no pone impedimentos para acoger una vez más la final -el ya en desuso Vicente Calderón fue la sede de la edición 2016/17. El único handicap de la joya de la corona rojiblanca es que tiene menos aforo que su rival ciudadano, unas 67.700 localidades. El Atlético de Madrid recibiría en esa jornada 34ª de Liga al Real Betis, el eterno rival de los sevillistas...

Mestalla: Una buena alternativa al Wanda, aunque se acrecientan los défictis. Su aforo es de 55.000 localidades y aunque fue reformado por última vez en la temporada 2013/14, fue construido en 1923 y arrastra ciertos déficits estructurales lógicos. La crisis ha aplazado el Nou Mestalla. Es un destino cómodo para la afición blaugrana (350 kilómetros, unas 4 horas de viaje en coche o tren), no tanto para los sevillistas (654 kilómetros) aunque casi equivalente para la afición sevillista a un desplazamiento a Madrid pues sigue estando muy bien comunicado por avión, tren (5 horas) y carretera (6 horas). Ha acogido 10 finales de la Copa del Rey, la última en 2014. El Valencia juega en Vigo contra el Celta.

San Mamés: Un caso similar al de Mestalla, pero que desequilibra un poco más la situación: Es un estadio moderno y con todas las prestaciones (2013) pero su aforo es incluso menor que el de Mestalla (unos 53.000 asientos). Para la 'Gent blaugrana' el viaje es similar al ir a Madrid (610 kilómetros) con buena scomunicacione spor carretara, tren y avión. También para los sevillistas, pero con un desplazamiento bastante más pesado desde Sevilla (861 kilómteros, más de 8 horas en coche). El Athletic Club tiene partido en casa esa semana frente al Levante con lo que su compromiso liguero se debería aplazar al 9 de mayo.

Sánchez Pizjuán/La Cartuja: El Sevilla ha propuesto su estadio (42.700 localidades, última remodelación en 2016) o el Municipal de La Cartuja (57.600 asientos, inaugurado en 1999) argumentando que el partido coincidiría con el final de la Feria de Abril y que el Barça ya acogió en el Camp Nou una final (2014/15) en la que era protagonista, frente al Athletic Club (ganó 1-3). El Barça, desde la plantilla al staff técnico y la directiva, ya ha dejado claro que no aceptará jugar en Sevilla. Porque no quiere jugar en campo del rival y porque su afición quedaría destinada a un largo y pesado desplazamiento (996 kilómetros, más de 10 horas por carretera). Además, estaría por ver cuál es el estado del terreno de juego del Estadio de La Cartuja.

Camp Nou/Lluís Companys: El Estadi (99.354 localidades, última remodelación en 2006) ya ha acogido cuatro finales y sería un escenario ideal... para el Barça. Es evidente que el Sevilla no aceptará jugar en el Camp Nou por los mismos motivos que los blaugrana no quiere jugar en Sevilla. Tampoco el Estadi Lluís Companys (reinaugurado en 1989, 56.900 localidades), parece una buena alternativa para un choque entre blaugrana y sevillistas. Para la afición andaluza tiene todos los inconvenienets del Camp Nou mientras que para la catalana no tendría más ventaja que el hecho de ahorrase el desplazamiento, que no es poco. También está por ver cómo está su terrebo de juego, pues el Espanyol dejó de tenerlo como sede (2009) y suele acoger conciertos y diferentes eventos.