Oriol Busquets, de llorar en la final de París a cumplir su sueño

Oriol Busquets, culé desde la cuna, respiró hondo cuando pisó el césped del Camp Nou y se hizo, de esta manera, su gran sueño realidad. Y no lo hizo de cualquier manera. Fue titular ante el Murcia en la Copa del Rey y enseñó al mundo que tiene mucho talento y futuro en sus botas.

La sangre azulgrana corre por las venas de este centrocampista de Sant Feliu de Guíxols con el comparte algo más que el apellido con Sergio Busquets. No tienen parentesco familiar, pero sí futbolístico, pues Oriol se ve más que reflejado en el juego de Sergio, "al que siempre he querido imitar. Es, además, canterano como yo y está claro que me fijo mucho en él, es obvio, pero siempre intentando añadir mis cualidades", explica.

Pero no fue su primer ídolo. Éste fue Deco, aunque cuando el portugués llegó al Barça Oriol Busquets, que es de 1999, apenas contaba con cinco años. "Después, como es lógico, mi ídolo fue Sergio", añade.

Ya de bien pequeño se inculcó su barcelonismo, y es que cuando se le pregunta por su primer recuerdo de infancia asegura que "fue el primer gol del Arsenal en la final de París. Me acuerdo de haber llorado". Tenía siete años y después del gol de Sol Campbell, llegaron los de Etoo y Belletti, y las lágrimas de pena pasaron a ser de alegría y euforia.

La familia es el gran pilar de este centrocampista que agradece mucho el apoyo de su padre, que llegó a jugar de portero en los juveniles del Barça. "Cada entrenador te aporta sus conocimientos. Y mi padre me ha intentado ayudar cada día y le estoy muy agradecido, como a toda mi familia y amigos", comenta con ojos brillantes.

A la hora de hablar de cómo se ve de futbolista, Busquets explica que "soy un centrocampista con potencia, me gusta jugar en la salida del balón, ni que sea con gran recorrido, aunque siempre hay cosas que mejorar como el juego de espaldas -como le ha dicho Ernesto Valverde en alguna ocasión-, o el de cabeza. Hay que mejorar día a día para jugar algún día en el primer equipo", reconoce.

Él ya ha debutado y a sus 18 años tiene un largo camino por delante. "Llevo muchos años en el Barça esperando este momento", recuerda. Llegó en el Camp Nou, ante más de 68.000 espectadores y aunque reconoce que estaba nervioso, no le temblaron las piernas. Escuchó atentamente a Valverde, que le dijo que "estuviera tranquilo e hiciera lo que sé hacer". Y vaya si lo hizo, con la ayuda de un vestuario "que también me ha ayudado mucho".

En el vestuario del primer equipo del Barça ya se ha sentado otro Busquets, Oriol, y cuando llegue el momento, lo hará por muchos años.

LA RENOVACIÓN, EN CAMINO

Oriol Busquets es un talento que al Barça no se le puede escapar. Acaba contrato esta temporada y el Barça ya ha movido pieza. Su agente, Josep Maria Orobitg, maneja una propuesta de cinco temporadas por el centrocampista, con la opción de ser jugador del primer equipo en los dos últimos años. 

Es una oferta que está madurando Busquets y sus asesores y a la que tienen que responder. No hay prisa, hay que negociar, pero tampoco debe haber inquietud porque Oriol responde a quien le quiere preguntar que está en el club de su vida y su sueño es "triunfar en el Barça".