La opción Agger gana enteros en el Barça

Cuando quedan poco más de 15 días para el arranque liguero frente al Levante, el Barcelona aún maneja el dilema del central. Hay consenso en la necesidad de reforzar una posición históricamente problemática, pero existen dudas en la elección. La dificultad arranca en los contratiempos para negociar con los jugadores que lideraban la lista de posibles refuerzos.

Un escenario que ha obligado a la dirección deportiva a buscar alternativas, consensuar las posibilidades con Martino, y tratar de encontrar una solución que augure ciertas garantías. En el club crece la sensación de que Daniel Agger es una opción que ofrece un rendimiento inmediato por su experiencia y que además no supondría una sacudida económica.

EXPERIENCIA

De él se valora su experiencia en el Liverpool, donde ha se ha mostrado como un central rápido, agresivo y con buena salida de balón. Juegan en su contra, su tendencia a lesionarse y que no sea dominante en el juego aéreo a pesar de su altura. Con 28 años, puede dar el gran salto de su carrera si finalmente se compromete con el Barcelona.

A todo esto, en el club aún no se ha descartado la opción de David Luiz. El central del Chelsea ofrece un perfil distinto (su juego recuerda más al de Puyol que al de Piqué) y el Tata está convencido de sus posibilidades. La negativa de Mou y la posición del propio futbolista ¿que no tiene intención de forzar su marcha¿ han dejado al club en una situación incómoda.

Algunos movimientos del mercado (el Chelsea tiene interés en el defensa del Oporto Eliaquim Mangala) mantienen la esperanza de la dirección deportiva, pero las cifras que el club inglés maneja en caso de salida ¿el precio no bajaría de los 40 millones¿ hacen que se trate de una operación muy complicada. Con todo, en la secretería técnica agradecen la flexibilidad de Martino, que no ha pedido ningún fichaje concreto y trabajará con la plantilla que le proporcione el club.

LA DECEPCIÓN CON THIAGO SILVA 

Desde el principio se valoró mucho la opinión de Tito. El de Bellcaire señaló a Thiago Silva como una opción que aseguraba un rendimiento inmediato y un salto de calidad en la defensa. La dirección deportiva se puso manos a la obra en esa dirección, pero pronto se encontró con la negativa del PSG a sentarse a negociar y el escepticismo del central, que siempre mantuvo una posición conservadora.

La operación necesitaba un revulsivo y Rosell intervino, pero se encontró con el inmovilismo de Nasser Al-Khelaifi. El presidente del PSG actuó en dos direcciones. En primer lugar envió un mensaje directo al Barcelona: “No se negocia por Thiago Silva”. Y en segundo, se acercó al entorno del futbolista. El jeque se reunió con Paulo Tonietto, agente del futbolista, y le ofreció una mejora extra de contrato.

Más dinero y más años vinculado al club francés. La intervención de Al-Khelaifi se intuía en las declaraciones del central brasileño, que a medida que pasaban los días más seguro se mostraba de su continuidad. El desenlace ya no sorprendió al Barcelona. Thiago Silva renovaba hasta el 2018 tras los movimientos del jeque y mejoraba su ficha hasta los 12 millones por temporada.