La odisea de Sandro hace parada en el Camp Nou

El excanterano del Barça, ahora en las filas del Getafe, regresa al estadio que le vio nacer como futbolista profesional

En los últimos cinco años, el canario ha realizado incontables viajes por la Primera División española sin acabar de encontrar su sitio

Así ha sido el último entrenamiento del Barça antes de jugar contra el Getafe

Así ha sido el último entrenamiento del Barça antes de jugar contra el Getafe / FCB

Jordi Carné

Jordi Carné

El partido entre el FC Barcelona y el Getafe de este domingo en el Camp Nou (17.00 horas) será muy especial para Sandro Ramírez. Los caminos del canario y el club azulgrana volverán a encontrarse cinco años después de que el excanterano abandonara su nido, el Camp Nou; tras un lustro de incontables viajes en el que el de Las Palmas no ha encontrado un sitio en el que asentarse en el máximo nivel del rey de los deportes. La odisea de Ulises cruzará hoy la isla de Ítaca, el lugar donde creció y se convirtió en futbolista profesional.

Sandro fue una de las 'víctimas' del increíble tridente formado por Leo Messi, Neymar Jr y Luis Suárez. El argentino, el brasileño y el uruguayo desmintieron de la forma más rotunda posible la dichosa teoría de que no cantan tres gallos en un gallinero: demostraron que podían hacer sonar una de las melodías más dulces que jamás se habían escuchado en Barcelona. Cuando finalizó la temporada 2015/16, el canario 'voló' para descubrir la vida más allá del Camp Nou. "Mi sueño era llegar al primer equipo del Barça. Y lo logré, pero estaba compitiendo con algunos de los mejores del fútbol mundial y era muy importante jugar para mejorar mi juego y seguir creciendo", reconoció pocos meses después de fichar por el Málaga, algo que pudo hacer gracias a que Robert Fernández, entonces secretario técnico azulgrana, facilitó su salida y le concedió la carta de libertad.

En La Rosaleda las cosas le fueron muy bien. Marcó 16 goles y repartió cinco asistencias en una temporada en la que estuvo varios meses –los decisivos en la lucha para una permanencia sufrida, pero conseguida, en la Costa del Sol– a las órdenes de Míchel, actual entrenador del Getafe. La complicidad que se construyó entre delantero y técnico se entiende a la perfección con las declaraciones de Sandro cuando, este verano, fue cedido al conjunto madrileño. "Me llamó y me preguntó si quería ir. Se lo dije clarísimo, donde vaya estaré ahí con él. Con él di mi mejor versión en el campo", explicó en el momento de reencontrarse con el entrenador con el que más brilló para intentar recuperar una mejor versión que no pudo lucir en ninguna de las etapas que vivió después de la malagueña.

Una dolorosa y larga sequía

Desde 2017, Sandro ha jugado en seis equipos diferentes. Todo empezó a torcerse cuando el Everton pagó seis millones por sus servicios. Ronald Koeman, en el banquillo de Goodison Park, le dio mucha confianza. El neerlandés, ahora en el Barça, fue una de las razones por las que el canario no quiso instalarse en la famosa zona de confort y decidió emprender una lejos de ser exitosa aventura en la Premier League. Solo marcó un gol en 16 partidos en Inglaterra y en enero fue cedido al Sevilla. En el Sánchez-Pizjuán tampoco convenció: allí empezó una sequía que se alargó prácticamente dos años. 23 meses, desde el 23 de noviembre de 2017 hasta el 3 del mismo mes de 2019. No vio portería en Nervión en 18 encuentros, tampoco con la Real Sociedad –27 compromisos– y el año después, en Valladolid, tardó siete duelos en afinar su puntería. En Pucela acabó la campaña con cuatro tantos.

El pasado curso, en el Huesca, mejoró ligeramente sus registros. Se apuntó cinco dianas y entregó una asistencia. Más allá de los guarismos, sin embargo, Sandro disputó 20 partidos, muchos de ellos como titular, y solo se perdió tres encuentros por decisión técnica. Volvió a sentirse importante en un proyecto de la Primera División española, aunque su aportación no permitió al conjunto aragonés evitar el descenso. Pero sí para captar la atención del Getafe. En el Coliseum Alfonso Pérez, al lado de Míchel, seguirá luchando para encontrar su sitio en la élite. De momento ha sido titular en las dos primeras jornadas de Liga y, salvo sorpresa, este domingo también lo será en el Camp Nou, el estadio que le vio nacer. Y contra Koeman, el entrenador por el que lo dejó todo y se fue a Inglaterra para iniciar una travesía difícil y repleta de obstáculos.

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