Lo de ‘obsesión enfermiza’, no cuela

Están leyendo, ya saben, a un auténtico hereje: persona que niega alguno de los dogmas establecidos en una religión

Fui de los primeros que defendió la tesis de Carles Tusquets y Óscar Grau: había que empezar la era post Messi cuanto antes

El discurso de Messi en su despedida de Barcelona

El discurso de Messi en su despedida de Barcelona / FCB

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Están leyendo, ya saben, a un auténtico hereje: persona que niega alguno de los dogmas establecidos en una religión. Por ejemplo, la culé, la cruyffista, la de que solo se puede jugar de una manera, con determinados jugadores y que todo lo demás es pecar. Paréntesis: yo no niego los dogmas, los cuestionó.

Hago esta introducción porque fui de los primeros que defendió la tésis de Carles Tusquets y Óscar Grau: había que empezar la era post Messi cuanto antes, venderlo tras el burofax por 100 millones de euros, ahorrarse los 138 millones de euros de su ficha y empezar de cero.

Lo que me duele es que si Joan Laporta, Eduard Romeu, vicepresidente y principal avalador del presidente, y Ferran Reverter, al que hasta el mismísimo presidente de LaLiga, Javier Tebas, acaba de señalar como el culpable de que Messi se fuese, pensaban lo mismo, no lo digan. Bueno al presidente (como siempre) se le escapó: “Hemos decidido adelantar dos años los planes que teníamos si se iba Messi”.

Tras 114 conferencias de prensa y 23 replicas, nadie se cree a Laporta sobre la salida de Messi. Lo último, lo de que Tebas “nos tiene una obsesión enfermiza”, no cuela.