Juego y números decepcionantes: cuarta derrota y sexta vez sin ver puerta

Busquets: "Pese al resultado hay cosas buenas"

 Sergio Busquets quiso suavizar las críticas al equipo tras la derrota en Mestalla / Laliga

Toni Frieros

Decepcionante. Los socios y aficionados del Barça deben estar, y con toda la razón del mundo, enojados y decepcionados. Otra derrota. Y ya van cuatro en Liga. Otro partido sin ver puerta. Y ya van seis esta temporada (dos en Champions League)...

Cuando pensábamos que el ‘efecto Quique Setién’ daría sus frutos, el equipo vuelve a las andadas. Sin gol y siendo una calamidad  en defensa. 

La Junta Directiva apostó por prescindir de Ernesto Valverde porque al equipo le faltaba chispa, garra, carácter... Hacía falta un movimiento de tierras, zarandear el árbol. ¿Y? Más de lo mismo. 

Ante el Granada, victoria por la mínima. Frente al Ibiza, un Segunda B, victoria en el añadido. Y el sábado, ante el Valencia, en uno de los clásicos del fútbol español, derrota. El Barça no perdía en Liga en Mestalla desde octubre de 2007.

Estéril

¿De qué sirve tener todo el tiempo el balón si eres incapaz de hacer cosquillas al portero rival? ¿Para qué tanta posesión si en toda una primera parte no disparas a puerta? ¿Para qué sirven tantos entrenamientos si cada vez que no tienes la pelota no sabes replegar ni defender?

Lo que sufre este equipo sin balón es impresionante. Tácticamente, además,  el Barça es un desastre. Que el lateral izquierdo del Valencia, Gayá, provocara el penalty y diera el centro que acabó en el primer gol local, nos obliga a preguntarnos: ¿quién tenía que taparle? ¿Dónde estaban Ansu Fati, De Jong o, en última instancia, Sergi Roberto?

Y todo eso, siendo preocupante, nos lleva a hacernos otra reflexión o pregunta: ¿qué sería de este Barça sin Ter Stegen? Ayer el Valencia marcó dos goles, pero si no lo llega a evitar el meta alemán, el Barça se va con cuatro en contra.

Sensaciones

A un equipo no solamente se le juzga por lo que hace, también por lo que intenta y las sensaciones que transmite. Y este equipo, con Valverde o con Setién, nos está diciendo que mucho tendrá que cambiar si aspira a conquistar un título esta temporada.

Sería prematuro e injusto cargar todas las tintas sobre Setién. Es cierto que le han fichado para darle una vuelta de tuerca al equipo... y que en estos tres partidos no lo ha conseguido ni por asomo. 

De aquella famosa frase de “nos vamos a divertir”, podemos pasar a otra:“Aquí no se divierte nadie”. Como mínimo, Setién ha sido el primero en reconocer, sin dar nombres, que no le gusta lo que ha visto.

El mejor paso para arreglar la situación es admitir que hay un problema.Y una vez detectado, hacer los cambios para solucionarlo. Y no debe andarse Setién con chiquitas ni con ambages.  Si tiene que leerle la cartilla a alguna vaca sagrada, que lo haga. Nadie debe sentirse intocable.

Vienen curvas

El técnico cántabro deberá tomar decisiones en los próximos días, porque es obvio que así no puede seguir el equipo. Vienen curvas. La temporada entra en la recta final y los fallos cada vez penalizan  más y más.

Si esta domingo el Real Madrid empata o gana en Valladolid, recuperará el liderato. No tiene demasiada importancia porque es algo circunstancial, pero ojo, porque el calendario del Barça es de armas tomar. Es lejos del Camp Nou donde la hemorragia está siendo imparable. Y todavía tiene que visitar, entre otros, el Bernabéu y el Sánchez Pizjuán. Toca espabilar.