Un nuevo comienzo

Ángel soñará esta noche con Ter Stegen... ¡Vaya paradón!

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El Barça se quitó un peso de encima en el Coliseum Alfonso Pérez. Tras ocho partidos seguidos sin ganar fuera de casa la mochila empezaba a apretar. Pero se sacudió el miedo de encima y mostró otra imagen. Ni rastro de la apatía de otros encuentros. 

La victoria del Barça se construyó a partir de un portero de época y un equipo que supo juntarse con la ayuda de unos delanteros comprometidos.

Fue un Barça contundente en las dos áreas para superar el bajón más prematuro de los últimos años. Un nuevo comienzo para un equipo que ha tardado más de lo previsto en derribar el síndrome de la pretemporada. 

Para el recuerdo quedará la secuencia del primer gol de Suárez y la sonrisa de Ter Stegen. Los pies del alemán son un mundo de posibilidades para el juego del Barça.

El portero templó un balón con el pecho y lanzó una delicada asistencia a más de 50 metros con la precisión de Koeman. Un caramelo de área a área. Las dos caras del fútbol en un instante. De Ter Stegen a David Soria, que se quedó en tierra de nadie, a medio camino entre la portería y el balón. Lo aprovechó Suárez para hacer sangre con una vaselina impecable. 

"Se lo he dicho a Dela [José Ramón de la Fuente, el entrenador de porteros] dar una asistencia es lo único que me faltaba”, reconoció tras el encuentro.  

Antes del gol, Ter Stegen demostró que es mucho más que un portero con unas facultades únicas con los pies. Al remate de Ángel contestó con una parada de balonmano.

Todo un clásico de su repertorio. Salió de la portería. Abrió los brazos. Clavó una pierna en el suelo para aguantar el equilibrio y con la otra sacó el balón en un ejercicio de contorsionismo. En estos casos, como ocurre con el balonmano,  el balón le pega al portero, no es lo portero quien la detiene.

Incluso en momentos complicados -el Barça llegó a ser el equipo más goleado de LaLiga junto al Betis- Ter Stegen acostumbra a regalar momentos de esos que solo tienen los tipos con estrella. "Marc nos da mucho. No es la primera vez que un portero da una asistencia. Pero la asistencia es una anécdota. Preferimos que siga parando goles. Tiene un juego con los pies increíble”, le concedió Valverde.  

Suárez no se rinde

También salió reforzado del partido Suárez, cíclicamente bajo sospecha. Y Junior Firpo, que marcó el segundo gol tras aprovechar una mala tarde de Soria, esta vez con un rechace dentro del área. 

El exjugador del Betis sigue jugando con la poca naturalidad del que se sabe en el punto de mira. Pero seguro que el gol refuerza su confianza para los próximos encuentros.

Ante el Inter se espera que siga en el once y también un centro del campo con sello Barça. El que forman De JongBusquets y Arthur.

Los tres supieron calmar el encuentro cuando más apretaba el Getafe. Y su titularidad hizo que Sergi Roberto volviera a la posición de lateral. Un contexto más propicio que el mediocampo para que pueda explotar su despliegue y potencia.  

Con el triunfo en Madrid el Barça suma dos victorias seguidas, algo que no ocurría desde el pasado mes de mayo y ya mira con otra cara el partido del miércoles ante el Inter. Pero las palabras de Piqué tras el encuentro dejan entrever una brecha abierta entre el vestuario y la directiva. 

“Conocemos el club, sabemos los diarios que son afines al club y muchas veces sabemos quién los escribe, aunque los firme otra persona. Tenemos que estar juntos. No sólo los jugadores, la afición y la junta directiva también”. Con Piqué ya se sabe; hace tiempo que dejó de ser solo un futbolista.