El nuevo Barça B consuma la vendetta ante el Espanyol B

Las urgencias han convertido al filial en un equipo poco reconocible. El club ya no disimula que los últimos fichajes (los llamados “estructurales") llegan para solucionar el presente más inmediato, aunque su perfil no case con el primer equipo.

Se impone evitar otro descenso y dar una red de seguridad a jugadores más jóvenes a los que sí se intuyen más opciones de pisar el Camp Nou. Así que no es extraño que por el camino se haya perdido romanticismo en el juego y se haya ganado en pragmatismo. 

Esa es una de las conclusiones que se pueden sacar del derbi jugado en el Mini. El Barça B de Gerard recuerda a aquel filial primerizo de Guardiola cuando apenas habían piezas deslumbrantes y se buscaba un conjunto fiable. 

Ocurre que aquel era un equipo más reconocible y éste sigue buscando su identidad pasadas 22 jornadas.Ante el Espanyol B se confirmó la revolución del nuevo filial con la presencia en el once de jugadores como Moisés, Fali, Romera o Perea.

El resultado fue un equipo que apenas concedió ocasiones en la primea mitad al conjunto perico (aunque tampoco inquietó a Rubén). Pero que creció en la segunda mitad hasta llevarse el partido a base de intensidad y un juego más directo.

Las ocasiones más claras durante los primeros 45 minutos llegaron a balón parado. Sobre todo con el disparo de Borja que casi significó el 0-1. También lo intentó el azulgrana Perea con un gran lanzamiento, pero el tedio fue monumental en los primeros 45 minutos.

Salto de calidad del Barça B

El filial azulgrana exhibió otra cara en la segunda mitad. Salió del vestuario con otra velocidad. Con otra intensidad, Los de Gerard le pusieron una marcha más y Cámara adelantó al equipo.

Lo hizo tras aprovechar una gran asistencia de Perea y resolver en la frontal con un disparo preciso.Al tanto le acompañó una celebración especial. Los jugadores hicieron piña con Gerard, que ha vivido meses complicados al mando del filial. Y se animó un Barça B más vitalista y vertical que en la primea mitad.

Cámara fue creciendo con los minutos y suyo fue un disparo al travesaño. Minutos más tarde llegó una de las jugadas claves de encuentro. Antonio Cristian vio la segunda amarilla por una falta sobre Dani Romera y el Barça todavía se sintió más cómodo.

Gerard hizo debutar a Chamorro, la última incorporación del filial, y dio entrada a jugadores como Maxi Rolón. No cambió el escenario frente a un Espanyol cada vez más cansado que solo inquietó a Ortolà con un disparo de Entrena y un balón enredado en el área de Dalmau.

El filial azulgrana prefirió no arriesgar en los últimos minutos y cuidó una victoria importante. La segunda consecutiva; algo inédito hasta ahora en un nuevo Barça B menos juvenil y más compacto como corresponde a una categoría tan áspea como la Segunda B. 

Consumó la revancha el filial azulgrana tras la derrota en Sant Adrià en la primera vuela por 3-2.