La noche que Lewandowski le metió cuatro goles al Real Madrid

La temporada 2012/2013 se soñaba con la primera final de Champions entre el Real Madrid y el Barça, pero antes debían salvar el escollo de los equipos alemanes. Ni uno ni otros lo lograron. El Bayern goleó de forma incontestable a los azulgranas (4-0 en la ida y 0-3 en la vuelta) y el Real Madrid no pudo remontar el 4-1 del BVB Stadion pese a que lo rozó con un 2-0 en la vuelta del Bernabéu. Así que hubo final germana en Wembley que se llevaron los bávaros por 2-1.

Eran tiempos en los que el Real Madrid buscaba desesperadamente levantar la décima, pero llevaban más de una década sin conseguirlo. A priori, la semifinal contra el Borussia fue muy bien encajada en la entidad madridista, pues se antojó un rival más débil que el Bayern o el Barça. Pero al equipo por aquel entonces entrenado por José Mourinho se le atragantó, y de qué manera, el Dortmund de Jürgen Klopp.

Fue el 24 de abril de 2013. Nunca antes había recibido el Real Madrid tal humillación de un solo futbolista en la máxima competición europea. Tampoco le ha vuelto a suceder después. El polaco marcó en los minutos 8, 50, 55 y 67 ante su enfervorizada afición. El primero, a pase de Götze en el segundo palo; el segundo, en un remate desde la frontal a centro de Reus; el tercero, un golazo tras driblar a Pepe, pisar el balón y colarla por toda la escuadra; y el último, al transformar una pena máxima cometida por Xabi Alonso sobre Reus. El polaco fusiló a un Diego López sin opción. La décima, eso sí, llegó solo un año después.

Rechazó al Madrid para no ser 'secundario' de Benzema

Una actuación que el mismo futbolista calificó de "gloriosa" y que acrecentó el interés del Real Madrid por el delantero. Se convirtió en el primer futbolista de la historia en firmar un 'poker' en una semifinal de la Liga de Campeones y el Dortmund decidió no venderlo al Bayern, su máximo rival, aun a costa de perder muchísimo dinero. Fue un año después cuando salió del club 'borusser', pero el club blanco también había pujado fuerte y estuvo muy cerca de llevárselo. Fue el propio futbolista quien no aceptó un papel secundario, a un nivel por debajo de Benzema.