Historia SPORT

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La noche en la que los jugadores del Barça se sintieron visitantes en casa

Los azulgranas se dieron cuenta de que lo pasarían mal cuando salieron a calentar y se llevaron un sonoro abucheo

Se intentaron enganchar varias veces al partido, se dieron ánimos, pero futbolísticamente también se vieron superados

Surrealista. La imagen del Camp Nou que está dando la vuelta al mundo... ¡25.000 alemanes!

Surrealista. La imagen del Camp Nou del que todo el mundo habla... ¡25.000 alemanes! / German Bona

German Bona

German Bona

Ni en la peor de sus pesadillas podían imaginarse un guión tan cruel. Jugar de visitantes en su casa. Algunos de los futbolistas del Barça ya van por su segunda década de carrera, las han pasado por todos los colores, pero ninguno se había encontrado con una experiencia igual en su vida. Y no fue nada agradable.

El atípico trayecto desde el autocar

Cuando poco antes de las 19.30 horas el equipo salió del hotel Princesa Sofía y un trayecto de menos de cinco minutos se triplicó -y eso que se les abrió camino-, la expedición del Barça ya empezó a vivir en sus propias carnes la 'invasión blanca'. Desde sus ventanillas, caras de no dar crédito, comentarios entre ellos, pero nadie se podía imaginar que esta marea de seguidores se iba a extender al Camp Nou, pues en teoría, la mayoría de ellos no tenían entrada.

El calentamiento más surrealista

Pero cuando de verdad se dieron cuenta los jugadores azulgranas que la cosa iba muy en serio fue cuando salieron a calentar media hora antes del partido y se llevaron una sonora pitada ¡en su propia casa! Cuando miraron a la grada se les vino el mundo encima. Porque, además, se ejercitaron en la mitad del campo donde se concentró la mayoría de seguidores del Eintracht.

Cada vez que hablaba el speaker para animar a los culés fue peor. Los miles de aficionados alemanes apagaban la música, y eso que sonaba bien fuerte, y su propia voz con unos rugidos que hacían pensar que el partido se jugaba en el Deutsche Bank Park. Eso pensaron los propios futbolistas, que se miraban entre ellos con gestos de no entender nada.

Y menos aún cuando sus nombres sonaron por megafonía. Cada uno de ellos fue respondido con una sonora pitada, especialmente el de Ousmane Dembélé por su pasado en el Borussia Dortmund.

Los jugadores del Barça alucinaron con la cantidad de camisetas blancas ya desde el calentamiento

Los jugadores del Barça alucinaron con la cantidad de camisetas blancas ya desde el calentamiento / Javi Ferrándiz

El desconcierto tuvo efecto

Tal fue el desconcierto que el arranque de partido fue más propio de un partido como visitante en un 'infierno' que del Camp Nou. Ni olió el equipo el balón en dos minutos, los alemanes volaron y Eric cometió un inocente penalti. Fue el inicio del fin.

Poco a poco, los futbolistas azulgranas lo fueron asimilando, se fueron dando ánimos entre ellos, pero los mazazos llegaron uno detrás de otro. Futbolísticamente, también se vieron superados.

A falta de Gerard Piqué, el mayor motivador siempre dentro del terreno de juego, los otros capitanes, Busquets y Alba trataban de levantar la moral en todo momento, pero no hubo nada que hacer. Fue demasiado extraño y surrealista para todos. Un partido que nunca olvidarán, la noche que jugaron de visitantes en el Camp Nou.