Nil Moliner: "El fútbol es una terapia social"

Nil Moliner es aficionado del Barça

Nil Moliner es aficionado del Barça

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Nació hace  27 años en Sant Feliu de Llobregat. Su incursión en Operación Triunfo hace dos años con una composición para Alfred García, ‘Que nos sigan las luces’, le cambió la vida. Ahora acaba de estrenar su primer álbum,  ‘Bailando en la batalla’.   

En solo un año has pasado de estar detrás componiendo a tener que defender tu proyecto y estar mucho más expuesto; ¿cómo lo estás viviendo?

Pues lo vivo de una forma un poco extraña. Todo está sucediendo con una velocidad que da un poco de vértigo. Pero no soy muy consciente de todo hasta que llego a mi casa y veo fotos y vídeos de conciertos. Ahí es cuando me emociono. Vivirlo así me permite dejarme llevar y disfrutarlo. 

El punto de despegue fue cuando compusiste una canción para Alfred en Operación Triunfo hace dos años; ¿cómo recuerdas el ‘boom’ de esa edición ?

Yo llevaba ya mucho tiempo haciendo covers y el año anterior había sacado ‘Hijos de la tierra’. Ya estaban sucediendo cosas y entonces me llaman de golpe para la canción de Alfred,  que yo pensaba que no iba a entrar para nada, y al final la escogieron.

¿Cómo fue vivirlo desde dentro?

No era un freaky del programa, pero lo tenía visto. Y de repente entro ahí, hago la canción para Alfred y suceden muchas cosas. Pensaba que sería ir ahí, presentar la canción, y ya está. Y de repente recuerdo que el móvil me quemaba después de salir. Y fue una locura encontrarme con Alfred. Pero estaba muy cómodo, porque estaba Manu Guix, que es mi productor de toda la vida. Fue superbonito salir ahí con otra gente como Rozalen o David Oter

o. Me sentía muy pequeño pero ellos me hicieron sentir uno más. Al final es un programa supemediático, un escaparate y me permitió que mucha gente me conociera. 

¿Te llamó la atención que alguien con el universo musical de Alfred estuviera en un programa como OT?

Sí, me sorprendió mucho y quizás por eso lo iba siguiendo más que otras ediciones. Me llamó la atención la calidad que tenían todos y con algunos ahora tengo relación, tengo amigos como Roi y  Alfred. Son gente que tiene mucha cultura musical, que te cogen una guitarra y te das cuenta.  

Tu música transmite sobre todo optimismo, ¿es algo premeditado o que llevas dentro?

Yo soy un tipo muy optimista, pero tuve muchos problemas de ansiedad durante muchos años y la música me cambió la vida. Y supongo que desde ese momento empiezo a ver la vida distinta.  Cuando escribo no pretendo escribir canciones optimistas. Pero claro va implícito en cómo eres. Mucha gente me dice: ‘Hostia, tío, es que hasta tus canciones tristes son optimistas’. Y yo les digo: ‘Joder, pues esta canción si supieras cómo la escribí, que la escribí llorando’. 

Hay gente que busca en la música un espacio para cambiar su estado de ánimo, otros lo encuentran siendo aficionado de un equipo; ¿qué papel juega el deporte en tu vida? 

Yo siempre he estado haciendo deporte: balonmano, baloncesto, fútbol sala durante muchos años… Y el deporte siempre ha sido una vía de escape y una forma de hacer ejercicio y de sanearte mentalmente. El fútbol lo veo como una terapia social. No concibo el fútbol como estar en tu casa mirando el fútbol, sino estar con los colegas mirando el fútbol. Y para mí es esa excusa: tengo un grupo con mis colegas que estamos ahí. Yo no soy fan del fútbol, pero soy fan de ese momento de, ¿Oye, a las nueve hoy en el bar? Y si puedo voy, cenando con unas cervezas y el partido es la excusa. Lo concibo como un momento de unión. 

¿Recuerdas algún partido que te haya marcado especialmente?

[Se lo piensa]. El gol de Iniesta lo recuerdo mucho. Lo recuerdo ver en en el Ateneu de mi pueblo en Sant Feliu del Llobregat. Tirando copas... ¡Fue una locura! Y  recuerdo llorar de emoción. Pero lo que más me gusta es verlo en directo. He tenido la oportunidad de ir al campo y, hostia, en directo cambia todo. En la tele está bien, pero en directo es otra cosa.  

¿Qué te impresiona más del campo?

¡Hostia! Todo, todo. El estadio en sí, el murmullo, el césped limpio, los jugadores, el silencio que se hace a veces que casi escuchas a los jugadores. No sé, siempre tengo esa imagen de llegar ahí y flipar. Es increíble.

¿Qué jugador te ha impactado más?

Mira, me llamaba mucho la atención Puyol. Ha sido un jugador que me ha marcado mucho. Es un tipo luchador, de pueblo, con las ideas muy claras, con los pies en el suelo. Un ejemplo para muchas cosas. Y luego evidentemente Messi. Pero hay jugadores como Piqué, que son muy inteligentes. Que saben donde están. Que juegan y no solo en el campo. Que van un paso por adelante. 

¿Hay alguna cosa que admires del deportista? 

Sí, a veces viendo algunos documentales de deportistas te das cuenta. Hace poco vi el ‘Matchday’ y hostia me dejó alucinado porque ya no es solo jugar y la presión. Los músicos tenemos haters, pero en directo no acostumbras a encontrarte con esto. Pero los futbolistas sí. En todos los partidos. Y eso yo no sabría gestionarlo, así que me parece brutal cómo lo hacen ellos sin perder la concentración del juego. Si a mí me insultaran en pleno concierto igual rompería a llorar y me iría.  

¿Y cuando vas al campo no te sale el hater que todos tenemos dentro? 

Mira, a mí lo que me pasa es que cuando voy al campo y  no soy de insultar. También me ha pasado que me han invitado al palco y ahí tienes que estar mucho más calmadito. Me acuerdo que un día me levanté, grité y me dijeron: ‘Tienes al presidente aquí delante, esto no se puede hacer aquí’ [risas].  

Me decías que también te has encontrado con haters en la redes sociales; ¿cómo convives con eso? 

Estoy en ello. Tampoco me he encontrado mucho con eso, pero tengo amigos como Alfred que sí.  Evidentemente siempre tienes comentarios pero trato de reírme de mí mismo y llevarlo al humor. Un día no me pude contener con una chica que me escribió y me dijo: ‘No quiero escuchar tu irritante música’. Y le contesté de buenas: ‘Hostia tía, me sabe muy mal’. Y ella me contestó: ‘Hostia, dedícame una canción’. Como que cambió el chip. Y yo le dije: ‘Hostia, no se cuál es la más irritante de mis canciones' [risas]. Ahí te das cuenta de que muchas veces es solo una forma de llamar la atención.