Nico González, renovación con altas perspectivas en el Barça

Nico González va camino de ser el próximo jugador del Barça B que dé el gran salto al primer equipo. El centrocampista, de 19 años, ha explotado esta campaña en el segundo equipo actuando de mediocentro y en el club entienden que puede ser la solución para una posición que debe ser reforzada para un futuro inmediato. Por ello, su renovación se ha acelerado y faltan pocos detalles para que se anuncie de forma oficial. Nico tendrá un nuevo contrato en el que el primer equipo ya estará muy presente.

El coruñés entrará en la dinámica de la primera plantilla a partir de verano. Realizará la pretemporada, jugará los amistosos y su rendimiento dictará si continúa en Primera División o sigue con su formación en el Barça B. En todo caso, la categoría en que juegue el segundo equipo, si asciende a Segunda A o milita de nuevo en Segunda B, no condicionará su nuevo contrato. El play-off no será determinante para Nico ya que su rol está definido para asomarse al primer equipo.

El centrocampista firmará probablemente por tres temporadas y se fijarán distintas variables en función de su andadura en el club. Es decir, Nico arrancará con ficha de jugador del Barça B y las condiciones mejorarán si se consolida como futbolista del primer equipo.

Solución en casa

En todo caso, la apuesta por Nico González puede llevar al club a ahorrarse un alto dispendio para fichar a un mediocentro. La dirección deportiva es consciente de que Sergio Busquets, de 32 años, necesita una alternativa a medio plazo. De funcionar Nico, el club tendría el recambio en casa, como ha ocurrido por ejemplo en la defensa con la irrupción de Mingueza y Araujo.

De esta manera, el área deportiva centrará sus prioridades en el arranque del mecado de verano en otras posiciones, especialmente la delantera. En la medular, Busquets ha demostrado que aún le queda cuerda y, a expensar de solucionar la salida de Pjanic, De Jong o Sergi Robreto pueden actuar por delante de la defensa, mientras Nico empiece a rodarse. El club no tiene la prioridad de incorporar a otro pivote que pueda ser un tapón para la evolución del joven futbolista.