Historia SPORT

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Neymar y Messi: cómo convivir con la salida de dos estrellas

Los blaugrana ingresaron 222 millones de euros tras la salida del brasileño, que invirtió en Dembélé y Coutinho

El contexto ahora con la no continuidad de Messi es totalmente distinto y la economía del club no está para desmbolsos

Messi: "Neymar ha sido una de las causas de mi fichaje por el PSG"

PSG

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Caer y saber levantarse. O no. El Barça ha sufrido dos los mazazos más importantes de su historia reciente: la salida de Neymar Jr. en verano de 2017 y la no continuidad de Leo Messi. Ambos abandonaron el Camp Nou para poner rumbo a Paris. El brasileño ya es uno de los buques insignia del conjunto parisino; el argentino, por su parte, no será menos.

Son, posiblemente, los dos mazazos deportivos que mayor impacto han tenido en el FC Barcelona. Si tiramos del hilo, entenderemos que parte del problema actual de los blaugrana -tanto deportivo como económico- radica en la salida de Neymar hace cuatro temporadas. El PSG abonó su cláusula de rescisión, cifrada en 222 millones de euros a principios de agosto.

El brasileño hizo las maletas en plena pretemporada -llegó a disputar tres partidos amistosos, uno de ellos ante el Real Madrid en Miami-. El Barça trató de reponerse a la salida de uno de sus mejores jugadores con dos hándicaps: las prisas y el conocimiento de toda Europa del dinero que había recibido y podía invertir.

De hecho, las tres mayores inversiones del Barça se han producido tras la salida de Neymar: Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho y Antoine Griezmann. Más de 400 millones de euros en tres jugadores que están, o han estado, en la rampa de salida del club. El agujero es de dimensiones catastróficas. Gran parte de la gravísima situación económica actual proviene de dichas inversiones. De aquellos polvos, estos lodos.

El 'mosquito' como parche

Los blaugrana firmaron a Ousmane Dembélé, procedente del Borussia Dortmund, a cambio de 105 millones de euros que alcanzaron los 140 sumando los variables. Evidentemente, los alemanes se aprovecharon del Barça y trataron de sacar la máxima tajada posible. Es cierto que el francés apuntaba maneras pero, en cualquier caso, su coste estuvo inflado.

Tras cuatro temporadas, el extremo francés no ha acabado de despuntar en el Camp Nou. La presión de su coste sumado a su corta edad -llegó con 20 años- y las innumerables lesiones que ha sufrido, le han impedido demostrar su nivel y dar grandes noches de alegría en el Camp Nou.

Coutinho como regalo de Navidad

El día de Reyes, el Barça hizo oficial su segundo fichaje multimillonario para suplir la salida de Neymar en verano. Si bien es cierto que Coutinho llegó con la etiqueta del sustituto de Iniesta, las condiciones del brasileño le situaron siempre por en la línea delantera, lejos de las funciones del manchego en el centro del campo.

Su coste le sitúa como el fichaje más caro de la historia del Barça: 120 millones de euros, más 40 en variables. Al igual que con Dembélé, Coutinho no llevó nada bien la presión y llegó a encararse con la afición blaugrana tras marcar un gol. Su rendimiento también ha estado por debajo de lo esperado, con un largo historial de lesiones.

Para colmo, el brasileño se fue cedido en 2019 al Bayern de Múnich y logró un triplete histórico, así como anotarle dos goles al Barça en las semifinales de Champions en el fatídico 2-8 de Lisboa del que, por cierto, se cumplirá un año este sábado. Jugada maestra.

Y Griezmann, por si fuera poco

Dos temporadas después de las incorporaciones de Dembélé y Coutinho, el Barça sondeó el regreso de Neymar al Camp Nou. El brasileño quería volver a vestir de blaugrana y el club estudió la posibilidad. El vestuario también bendecía su retorno, conscientes de que el equipo estaba yendo a la deriva desde su salida. Y lo que faltaba. “Le dijimos a Bartomeu que si había que aplazar pagos en los contratos para ajustar el fair-play financiero y fichar a Neymar, lo hacíamos. Nos retocábamos el contrato”, aseguró Gerard Piqué.

Bartomeu acabó optando por incorporar a Griezmann, quien el año anterior ya coqueteó con el Barça, pero tomó 'La Decisión' de continuar en el Atlético de Madrid. Su fichaje tuvo un coste de 120 millones de euros. Dos años más tarde, el francés ha estado a punto de regresar al Atlético de Madrid en una operación para rebajar la masa salarial del equipo.

Es ventajista hacer esta afirmación, pero el tiempo ha acabado dictando sentencia y demostrando que dichas inversiones han provocado, en cierta medida, que el club no pueda permitirse renovar a Leo Messi. La masa salarial del equipo supone un 110% de los ingresos del club, con la salida del argentino se sitúa en el 95% y la industria sitúa un horquilla adecuada entre el 60-70%.

¿Y ahora?

La situación económica del Barça es crítica. La masa salarial está desorbitada, no se ha logrado un acuerdo para la -enésima- rebaja de sueldos de la plantilla y ningún jugador de los que están en la rampa de salida acaba haciendo las maletas. La no renovación de Leo Messi y su fichaje por el Paris Saint-Germain, la consecuencia de todo ello.

A diferencia de cuando hizo las maletas Neymar, el Barça no ha ingresado ni un céntimo por la salida del argentino, por lo que no está en disposición de salir al mercado de fichajes en busca de un recambios. Las incorporaciones de Agüero y Memphis han sido a coste cero, puesto que sus contratos finalizaban, también, el 30 de junio, como el de Messi.

El Barça, sin salidas, tiene muy complicado asegurar una nueva incorporación en la delantera. Cierto es que resulta una quimera encontrar al sustituto de Leo Messi: el mejor futbolista de la historia. Vienen tiempos complicados en el Camp Nou y el contexto es totalmente inverso a cuando se despidió Neymar. De 222 millones de euros a cero.