De Neymar a Coutinho: los nombres propios de una temporada atípica

El inicio de la temporada quedó absolutamente marcado por lo que ocurrió a primeros de agosto: Neymar confirmaba su fichaje por el Paris Saint-Germain, dejando al Barça con la cartera llena (222 millones de euros) pero huérfano de uno de sus jugadores más importantes. El golpe fue duro y el Barça intentó reaccionar con rapidez, pero el mercado fue implacable: todas las puertas a las que llamó el club blaugrana para buscar un sustituto a Neymar se cerraban o eran simplemente inasumibles.

El 25 de agosto, con la Liga ya empezada, el Barça logró el fichaje de Dembélé, joven extremo del Borussia de Dortmund, a cambio de 105 millones de euros, el fichaje más caro de la historia del club.

Los intentos para fichar a la pieza más codiciada del mercado de verano fueron vanos: el Liverpool se cerró en banda y el Barça no pudo firmar a Coutinho. La operación debería esperar.

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Así, el equipo de Valverde arrancó la Liga con los refuerzos de Dembélé, Semedo y Paulinho, además del regreso de Deulofeu. Todos eran una incógnita, por diversas razones: Dembélé, más de futuro que de presente; Paulinho procedía de la Liga china y de Semedo había muy pocas referencias. El mercado de verano dejó un sabor amargo en el Barça: el fracaso en la ‘operación Coutinho’ dejó tocada a la dirección deportiva. La espina de ‘Cou’ se quedó clavada, pero pudo extraerse en enero: el año comenzó con una de las llegadas más ilusionantes de los últimos años, y también la más cara. Coutinho se presentó ajeno a la presión de haber costado 160 millones y dispuesto a triunfar.