El New York City piensa en Xavi

Xavi Hernández tiene muy claro dónde quiere jugar el próximo año. Tanto es así que ha rechazado todas las ofertas que le han llegado en los últimos meses. Algunos tan tentadoras -sobre todo económicamente- como la que le ofreció el director general del Manchester City, Ferran Soriano. El exvicepresidente blaugrana, que mantiene una muy buena relación con el jugador, le ofreció la posibilidad de liderar un nuevo proyecto que emprendería el City en la Major League Soccer (MLS), es decir, la Liga de fútbol de los Estados Unidos. 

El City ha comprado una franquicia para poder jugar en esta Liga con un club de fútbol de propiedad con el fin de abrir nuevos mercados en los Estados Unidos. Su sede sería en Nueva York y el nombre New York City. Soriano, que se reunió personalmente con Xavi en Barcelona, le mostró un proyecto ciertamente ilusionante,  con muchísimos recursos y que le permitiría al egarense vivir e integrarse en la ciudad más cosmopolita del mundo, donde además podría formarse en otros aspectos de la mercadotecnia del fútbol. 

El contrato que le ofrecía Soriano era de tres años, por lo que acabaría su vínculo con el New York City en el 2017 y a la edad de 37 años. El momento justo para colgar definitivamente las botas y ampliar nuevos horizontes en su carrera profesional, siempre evidentemente relacionado con el fútbol.

Xavi agradeció la oferta y el gran interés mostrado por Soriano para que liderase este nuevo proyecto que abanderará el Manchester City en los Estados Unidos, pero le explicó que al menos en la próxima temporada su intención es seguir en el club catalán, ya que quiere poner punto y final a su etapa blaugrana como un epílogo feliz, con títulos y con un proyecto ilusionante por en medio.

Eso no quiere decir que haya rechazado del todo la oferta de Soriano sino que la ha aplazado al menos hasta el próximo año, cuando el jugador cumpla 35 años y considere que futbolísticamente ya lo ha dado todo en el club.

Y es que Xavi, que finaliza contrato con el Barcelona el próximo 30 de junio del 2016, tiene muy claro que dejará el club cuando no pueda ser un jugador importante ni sumar dentro del campo, por lo que en principio no descarta que éste pueda ser su último año como blaugrana. 

De ahí que ahora esté pendiente de la reunión que mantenga con el nuevo entrenador, Luis Enrique, para conocer de primera mano cuál es la intención del técnico asturiano. El centrocampista quiere seguir un año más porque considera que aún tiene fútbol para aportar muchas cosas al equipo blaugrana, aunque también es consciente que los años no pasan en balde y que los jóvenes vienen apretando muy fuerte, pero eso no le quitará ningún ápice de fuerza y garra para seguir disputando cada día un puesto en el once titular.

Tiene también muy claro que sus funciones como primer capitán le obligarán a ser la prolongación del entrenador dentro del vestuario -función que ya lleva de hecho varios años ejerciendo ya que no hay que olvidar que Puyol ha estado prácticamente ausente de la dinámica diario de trabajo durante los últimos dos años por culpa de sus lesiones- además de un guía para los más jóvenes.

Pero lo cierto es que a Xavi le ilusiona este proyecto que empezó el pasado miércoles con la presentación estelar de Luis Enrique. Es verdad que el entrenador no fue muy vehemente ni efusivo cuando le preguntaron por el futuro de Xavi, remitiéndose a una futura cita con el jugador “para saber por dónde van los tiros”, pero el jugador en todo caso se dio más que satisfecho con sus declaración de intenciones y confía que en la reunión que mantenga con el nuevo entrenador se aclare definitivamente su futuro.

Que a día de hoy no pasa en ningún caso por abandonar el Barcelona sino por luchar y trabajar como el que más para ganarse un sitio en el equipo, por ayudar al equipo a sumar tanto futbolística como colectivamente y por mantener el nivel de exigencia y excelencia futbolística que el Barcelona ha mostrado en los últimos años.

Evidentemente que Xavi también espera una correspondencia en forma de confianza por parte de alguien que compartió vestuario durante más de cinco años en una etapa además especialmente convulsa del barcelonismo con más miserias que éxitos.

Será en esa reunión donde se aclaren posturas, se marquen hojas de ruta y se defina el proyecto en el que todo apunta que Xavi ha de seguir siendo un hombre importante y referencia tanto para los veteranos como para los más jóvenes.