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Neto comunica al Barça que no quiere marcharse

El guardameta brasileño opta por quedarse en Barcelona y cumplir el año que aún le queda de contrato

Neto ha rechazado todas las ofertas que le han llegado y el Barça ya se plantea darle una baja forzosa

Neto atajó el peligro del Cornellà

Neto atajó el peligro del Cornellà / RFEF

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

El Barcelona tiene un problema con Neto Murara. El guardameta, de 32 años, ha tomado la decisión de rechazar todas las ofertas que tiene y cumplir el año de contrato que aún le queda. El brasileño ya ha comunicado su decisión tanto al club como a sus agentes. Su permanencia es un problema inesperado para la secretaría técnica que necesita aligerar masa salarial como sea y cuenta con su salida.

La decisión de Neto sorprende por su radicalidad, ya que, en los últimos meses, ha recibido ofertas en firme para firmar, principalmente de Brasil y de Italia, donde estuvo en la Fiorentina y la Juventus antes de recalar en el Valencia.

La Lazio, por ejemplo, estaría encantado de contar con sus servicios (hay que recordar que no ocupa plaza de extranjero porque cuenta con pasaporte italiano), lo único que le pide es que se incorpore con la carta de libertad bajo el brazo. La propuesta, ahora mismo, está guardada en un cajón porque así lo ha querido el futbolista blaugrana.

EL CLUB LE PODRÍA DAR LA BAJA

El Barcelona está dando todas las facilidades del mundo para que Neto se vaya, pero quien ha decidido enrocarse es el jugador, para sorpresa incluso de sus representantes. Y en este escenario, el Barcelona podría tomar una solución drástica y definitiva: rescindir el contrato de forma forzosa. Es el mismo camino unilateral que podría aplicarse, por ejemplo con Umtiti, si el central se niega a aceptar las ofertas que le lleguen.

A la secretaría técnica le urge reducir masa salarial y el contrato de Neto está absolutamente fuera de la realidad financiera actual del club. Además hay que dejar fichas libres, para abrir espacio a las nuevas contrataciones.

En principio, la pareja de porteros con la que Xavi debe trabajar en su segundo proyecto deportivo es la formada por Marc-André ter Stegen e Iñaki Peña, que volverá de su cesión en el Galatasaray.