Murillo: un acróbata para la defensa

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El 17 de enero de 2017 Jeison Murillo (26 años, Cali) hizo una barbaridad. Ocurrió en los octavos de final de la copa italiana ante el Bolonia en su etapa interista. La jugada empezó en el córner, el balón despegó y Murillo lo cazó, altísimo, de tijera para dibujar la chilena perfecta

El gol fue celebrado en la televisión del país del calcio como algo casi sobrentaural.  “Ha hecho un gol estrepitoso, bellísimo.... Por coordinación, por precisión y por fuerza. Un gol acrobático; algo extraordinario para un central”.

Aquella no era la primera vez que el central desafiaba a su cuerpo. Murillo juega siempre al límite. De ahí que sea uno de esos defensas que entren por los ojos. El impacto es inmediato porque se lanza al suelo y al ataque con todo.

Su perfil contrasta con el perfil de central por el que ha apostado el Barça en los últimos tiempos. Murillo no es un defensa posicional como lo pueden ser Lenglet o en menor medida Umtiti.

El colombiano vive de un físico imponente (tiene envergadura y es tremendamente explosivo). Y sus mayores activos son el juego de anticipación y ser un buen corrector. Su rapidez le puede ayudar a adaptarse al Barça. Aunque es un jugador con cortocircuitos en la lectura de juego. Su juego impulsivo, además, provoca desajustes en la defensa.

En este sentido,el Barça ya tiene el precedente de Martín Cáceres, otro central con unas condiciones bárbaras pero con problemas en el juego de posición. Murillo también tendrá que medir en el Barça sus aventuras ofensivas. 

En Las Palmas era habitual verlo hacer largas conducciones al más puro estilo Lucio.  En el Inter encontró en Miranda, el ex del Atlético, un central que potenciaba sus cualidades y  equilibraba su desorden.

La dupla Miranda-Murillo es muy parecida a la que hacían Lucio y Samuel”, llegó a decir Materazzi. En su etapa en el Calcio fue comparado con Córdoba, otro defensa colombiano de características parecidas, que fue un referente del equipo. Pero Murillo a quien menciona siempre como referente es a Thiago Silva.

Frente al brasileño vivió uno de sus grandes momentos. Un gol en la Copa América 2015 ante Brasil. Tras el encuentro se intercambiaron las camisetas. En ese torneo se vio la mejor versión de Murillo, escogido mejor central del torneo (y también mejor jugador joven de la Copa América). Colombia cayó ante Argentina en cuartos en los penaltis y le tocó marcar a un tal Leo Messi.   

Un nivel que solo ha mostrado en cuentagotas en el Valencia. Su pico llegó en el primer tercio de la temporada pasada, cuando se convirtió en un defensa clave para Marcelino. Pero las lesiones han lastrado su rendimiento en el conjunto ché, que se hizo con el futbolista este verano tras ejercer la opción de compra de 12 millones.

Además de Las Palmas y Valencia, Murillo también tiene experiencia en el fútbol español en equipos como el Cádiz y el Granada, a pesar de tener solo 26 años. 

Su presencia en el Mundial sub’17 el año 2009 fue clave para dar el salto al fútbol europeo de la mano de Udinese, que lo fichó pero rápidamente lo cedió.

Fuera del campo reivindica que de pequeño era muy buen estudiante y comparte gustos musicales con Yerry Mina. “Me fue bien en la escuela, yo era el mejor en la clase. Me gusta la música y bailar. Quien quiera visitar Colombia, les aconsejo ir a Cali, la capital de la salsa”.

Su cesión al Barça le llega cuando menos lo esperaba. El mejor tren de su carrera le pasa por delante en pleno ostracismo en el Valencia