Mingueza volvió al once y sufrió como el resto del Barça

Òscar Mingueza volvió a escena frente al Eintracht de Frankfurt. Piqué no se recuperó a tiempo y Xavi Hernández prefiró mantener a Araujo en el centro de la defensa, por lo que en la derecha solo tenía dos opciones: Mingueza o Sergiño Dest. El norteamericano aún no estaba preparado para disputar 90 minutos y el canterano tuvo su oportunidad en el carril diestro.

Mingueza salió concentrado consciente de que por su banda llegaba el principal peligro alemán con Kamada y Kostic. Su función fue la de defender y tratar de contener las oleadas que llegaban por su costado. El sufrimiento colectivo lo arrastró, aunque fue de los jugadores más correctos en defensa.

En ataque, se posicionó de una manera más centrada dejando toda la banda a Dembélé, el futbolista que creaba más peligro del Barça. No le dobló para no saturar la zona ya que el francés tenía suficientes defensas encima cómo para que aún llegara otro apoyo persiguiendo al lateral.

Toda la banda para Dembélé

Mingueza jugó fácil, dando balones a Ousmane y que el galo se jugara el uno contra uno. No se prodigó ni arriesgó con el balón. Habría sido una temeridad viendo como los alemanas salían como balas cada vez que recuperan en el centro del campo.

El de Santa Perpetua mantuvo el tipo como pudo atrás y no era ni mucho menos de los peores del Barça, pero el equipo necesitaba un giro con 0-2 en el marcador. Xavi decidió dar entrada a Sergiño Dest en el minuto 63 por el catalán en busca de mayor mordiente ofensivo.

Una sustitución que vino acompañada de inmediato del tercer gol del Eintracht en una acción mal defendida por el propio Dest. Una jugada que explicó porqué Mingueza había jugado de titular. Con un extremo nato por delante, ya sea Dembélé o después Adama, era mejor un futbolista de un perfil más defensivo. Una lógica que, sin embargo, no se podía seguir con un guión tan adverso en el marcador.