La evolución de Mingueza: de las dudas a la consolidación

El joven central, cuya renovación hasta 2023 es inminente, se ha ganado un sitio en el primer equipo del Barça

En Valdebebas, el de Santa Perpètua evidenció que está más que capacitado para ser titular en los partidos de máxima exigencia

El gol de Mingueza que recortó distancias en el marcador

Jordi Carné

Jordi Carné

En una temporada muy complicada en todos los aspectos para el FC Barcelona, Óscar Mingueza se ha ganado un sitio en el primer equipo. A base de sacrificio, el joven central de Santa Perpètua ha convencido a una dirección deportiva azulgrana que ya trabaja en ampliar su contrato hasta el 30 de junio de 2023. Es cuestión de tiempo que el vínculo que une a ambas partes se prolongue para las dos próximas temporadas. El camino del prometedor defensa hacia la consolidación en la élite futbolística no ha sido fácil, pero el primer capítulo de una historia a la que le quedan muchas páginas por escribir ha tenido un final feliz.

En el fútbol, como en la vida, hay casualidades y causalidades. Después de un verano en el que las dificultades económicas impidieron a la secretaría técnica culé realizar los fichajes deseados, Mingueza empezó a entrenar con el primer equipo del Barça porque Koeman valoraba su versatilidad. El hecho de que pudiera jugar tanto de central como en los dos laterales llamó la atención del técnico neerlandés. El héroe de Wembley garantizó en su presentación que no le temblaría el pulso a la hora de confiar en los jóvenes y desde el primer día cumplió su promesa a rajatabla, tanto por convicción como por necesidad. Los infortunios del equipo azulgrana con las lesiones en la línea defensiva abrieron las puertas del primer equipo a las perlas del filial. Y la Masía, una vez más, volvió a responder.

Mingueza debutó el 24 de noviembre de 2020, en la visita del Barça al Dinamo de Kiev correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Aunque algunos de los entrenadores que lo habían visto crecer en las categorías inferiores destacaron en la previa del partido que tenía que pulir varios aspectos de su juego para afianzarse al máximo nivel, el canterano exhibió personalidad y contundencia. Y dejó claro que, pese a sus 21 años, estaba preparado para ayudar al equipo cuando lo necesitara. “Ha demostrado que podemos contar con él”, declaró Koeman en la sala de prensa del estadio olímpico de la capital ucraniana. Ya no había marcha atrás: desde ese día –en el que sin Piqué, Araujo, Umtiti ni De Jong el Barça se impuso con autoridad (0-4)–, Mingueza no ha vuelto a jugar con el filial.

Informe desacreditado

De hecho, desde esa noche mágica para él, barcelonista de cuna, ha participado en todas las jornadas de Liga del primer equipo menos una. Entre todas las competiciones ya ha disputado 2.366 minutos en el conjunto de Koeman. Ha jugado de central, de lateral y de carrilero. Ha marcado dos goles y ha repartido dos asistencias. Su proyección le ha llevado a disputar el Europeo sub-21 con la selección española y a ser uno de los aspirantes a formar parte del equipo olímpico para los Juegos de Tokio 2020. Además, el fin de semana pasado, en Valdebebas, completó una actuación individual espectacular y desmintió de la forma más rotunda posible el famoso informe de la secretaría técnica azulgrana de finales de enero, que justificaba la necesidad de fichar a Eric Garcia apuntando que Mingueza solo estaba capacitado para encuentros de “exigencia media”. Nada más allá de la realidad.

En un clásico trascendental y frente a un Vinicius en estado de gracia, el catalán evidenció que está perfectamente capacitado para formar parte de la nueva hornada de jóvenes que quiere integrar la columna vertebral del Barça del futuro. Aún tiene mucho margen de crecimiento y de mejora, de eso no hay ninguna duda, pero ya nadie puede cuestionar que tiene nivel para vivir muchas noches gloriosas en el Camp Nou. El fútbol siempre te devuelve lo que le das.