El 'método Unzué' aprueba por los pelos

Juan Carlos Unzué, entrenador del Celta de Vigo

Juan Carlos Unzué, entrenador del Celta de Vigo / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

En una de sus últimas apariciones públicas, el presidente del Celta, Carlos Mouriño, no sabía cómo responder cuando le pidieron un balance del trabajo de Juan Carlos Unzúe en el primer tercio de la Liga. Ni bien ni mal, vino a decir. Y esa es precisamente la sensación que flota en el entorno del club gallego, próximo rival del Barça, a la hora de analizar el ‘método Unzué’.

En su primera experiencia en Primera como primer entrenador, el navarro desembarcó en Vigo con el mismo equipo de trabajo con el que había compartido experiencia en Can Barça y en el Celta: Robert Moreno, analista de rivales con Luis Enrique, es ahora su segundo entrenador. Rafel Pol se mantiene como preparador físico y Joaquín Valdés, como psicólogo. El hijo de Unzué, Aitor, se encarga ahora de las tareas de ‘scouting’ y análisis de los rivales.

Unzué se ha encontrado un gran problema en Vigo: el legado de Eduardo ‘Toto’ Berizzo es enorme en Vigo. El técnico argentino fue capaz de construir un equipo eléctrico, atrevido y vertiginoso, que jugaba bien y obtenía resultados (semifinalista de la Copa y de la Liga Europa el año pasado) y ese recuerdo aún pesa en la memoria del celtismo. Berizzo era pasión; Unzué es mucho más analítico. Berizzo tenía un carisma indiscutible, Unzué transmite una cierta imagen de frialdad con la prensa y la afición.

diferencias con su antecesor

Sin embargo, los números del equipo gallego son buenos: el Celta es noveno, con 17 puntos (cinco victorias, dos empates y seis derrotas) y con respecto al año pasado, ha mejorado notablemente en una de las especialidades de Unzué, la estrategia a balón parado, sobre todo en el plano ofensivo. En ese sentido, el Celta ofrece mucho más recursos que en temporadas anteriores.

La mano de Unzué también se nota en el día a día de A Madroa, la ciudad deportiva del Celta: el entrenador navarro insiste en la importancia del nutricionista y ha dado instrucciones para que los jugadores desayunen cada día juntos en las instalaciones de A Madroa.

El método de Unzué contempla marcajes en zona (Berizzo prefería marcar al hombre) y un análisis muy exhaustivo del juego de los rivales (su predecesor no hacía tanto hincapié en ese aspecto). Otra de las diferencias entre Berizzo y Unzué es la amplitud de plantilla: el ex portero prefiere trabajar con una nómina reducida de jugadores (19), tan reducida que a veces se ha visto en problemas debido a lesiones y sanciones. De cara al partido del Camp Nou, por ejemplo, no tiene un lateral zurdo disponible por la sanción de Jonny. A la hora de recurrir al filial, Unzué solo ha hecho debutar a un futbolista, el centrocampista Brais Méndez.

Pero el trabajo de Unzué también genera algunas dudas: la afición se queja de que el Celta es un equipo demasiado irregular y con muchos altibajos, capaz de lo mejor y de lo peor, incluso en un mismo partido. Los más críticos aseguran que no está siendo capaz de exprimir del todo a una plantilla teóricamente mejor que la del año pasado con las incorporaciones de Emre Mor, Lobotka y Maxi Gómez.

futuro incierto

Juan Carlos Unzué y su cuerpo técnico se comprometieron por dos temporadas en el Celta: algunos en Vigo temen que si Luis Enrique asume el reto de coger las riendas de un banquillo de primer nivel europeo, Unzué y compañía puedan acompañarle para reunir a su equipo de trabajo de toda la vida.

Sin ir más lejos, Luis Enrique visitó a sus ex compañeros hace unos días en Vigo. Y Unzué y su equipo de trabajo mantienen la costumbre de salir a rodar en bicicleta por los alrededores de la ciudad deportiva. Quizá todo dependa de lograr los objetivos que Carlos Mouriño, el presidente, le puso sobre la mesa en verano: meter al Celta en posiciones europeas.