La metamorfosis de De Jong

El holandés juega donde lo pongan y siempre lo hace bien

Ante el Valladolid jugó de central, de interior y terminó el partido abierto a la banda derecha realizando el centro del gol

De Jong culminó la remontada con este gol

De Jong culminó la remontada con este gol / RFEF

Albert Rogé

Albert Rogé

Gran parte de la recuperación futbolística del Fútbol Club Barcelona recae en la figura de Frenkie De Jong. El holandés ha conseguido dar el paso adelante que tanto se le pedía y se ha convertido en una pieza fundamental para el conjunto azulgrana. Y lo mejor es que no lo es solo en su posición sino que se ha erigido como el multiusos para que Ronald Koeman pueda encontrar el mejor engranaje en cada partido.

Ya hace varios encuentros que De Jong está actuando como líbero en la línea de tres centrales. Su buena salida de balón y su inteligencia posicional hacen de él un jugador muy válido en esa posición. En sus primeros partidos en esa posición no terminaba de destacar pero en las últimas jornadas ha logrado ser importante para el equipo. Además, si las cosas no funcionan, un pequeño reajuste en su posicionamiento en el campo provoca que el equipo cambie la manera de jugar. El claro ejemplo se vio en el partido ante el Valladolid.

Frenkie De Jong arrancó el partido como central. Los azulgranas se topaban con un Valladolid que presentó el mismo sistema que el azulgrana y no eran capaces de superar el muro defensivo de los de Sergio González. Koeman, después de meditarlo mucho, cambió el sistema del 3-5-2 al 4-3-3. El único que se movía era De Jong, que pasaba al interior, su posición más habitual. A pesar de ese cambio, el Barça no carburaba y Koeman fue introduciendo más jugadores al césped en busca de soluciones. 

Koeman cambió a Dest y dio entrada a Riqui Puig. Con todos esos ajustes, se acumularon los jugadores por el centro y faltaban en las bandas. De Jong interpretó rápido donde estaban los espacios y se dejó caer por la banda derecha, donde fue el protagonista en la jugada del gol. El holandés ponía un centro perfecto para que Araujo la peinara al segundo palo y Dembélé fusilara a Masip. El de las fotografías es Dembélé pero sin la inteligencia táctica de De Jong, ese gol no hubiera sido posible.