#MessiNoSeToca

En el ojo de huracán. Una vez más. Debe agotar ser Leo Messi, vivir entre el elogio al pisar el césped y las zancadillas al salir del estadio. Y mantener la calma si las cornadas son repetidas. E incluso callar si sospechas que, como es el caso actual, provienen de tu propia casa. 

La publicación de ‘El Mundo’ de su contrato con el Barcelona ha abierto la caja de truenos, una nueva polémica que va camino de convertirse en un arma de doble filo. Era un puñal directo al corazón del argentino por el sueldo que percibe y acabará convirtiéndose en un escudo por poner en relieve todo lo que le da al Barça.

Hay que dimensionar la figura de Messi para darse cuenta de su influencia en lo deportivo y lo económico. La grandeza del club, que ha vivido los mejores años de su historia hasta convertirse en el equipo más popular del mundo y el que más ingresa, viene ocasionada en buena parte por la presencia de un icono mundial como es el 10 del Barça.

Icono mundial

No hay mejor referencia que él para los amantes del fútbol. Su mimetismo alcanza de lleno al Barça. Como Michael Jordan con los Chicago Bulls o Pelé con el Santos, por citar algunos casos. El crack llega a ser, algunas veces, más importante que el propio club que le paga aunque sin el club no sería nada, y sin sus compañeros no ganaría ni un premio.

Así pues, suena cómico cuando se dice que su sueldo es la causa de la ruina del Barça. Fichajes caros que no han dado rendimiento, el covid, la ausencia de turistas y contratos de jugadores sobredimensionados nos llevan a que el Barça viva hoy una situación económica complicada. Messi no es el problema del club.

Leo cobra un 15% de los ingresos anuales del Barça, pero le da mucho más. Gana lo que se merece, una cantidad que va en consonancia a su rendimiento dentro del campo y su ascendencia fuera del estadio.

Mírenlo así: ¿Representa Messi un 15% de lo que es el Barça? Cada uno tendrá su respuesta. A simple vista, a mí me parece que mucho más. Porque es diferente ir a negociar con un sponsor con la presencia de Leo Messi o hacerlo sin él. O jugar un amistoso con o sin él. O vender camisetas con su nombre o sin él. Todos los contratos suben por el atractivo del argentino.

Messi multiplica el valor del Barça y la recompensa viene en forma de su contrato. Estudios económicos (página 4-5 de este periódico) desvelan la incidencia de Leo en el presupuesto anual del club y auguran que es imposible pensar en una recuperación económica sin la continuidad del ‘10’.

El contrato, firmado por Josep Maria Bartomeu, es el más alto de la historia del deporte. Hay que recordar que este contrato fue firmado en 2017 y que en 2019 se le ofreció una renovación que no aceptó y que le suponía una mejora a nivel económico. No aceptó porque no veía un proyecto deportivo ganador. No porque faltaran ceros en la oferta. Y todo ello es porque el ex presidente era consciente de la importancia de Leo.

El contrato

Hay un detalle que significativo en su actual contrato. Fue Bartomeu quien le ofreció la prima de fidelidad y de renovación, ambas de 39 millones de euros, unos premios que figuran en contratos de muchos jugadores (tanto del Barça como de otros clubs) para gratificar una trayectoria. Hay que recalcar que Leo Messi le costó cero al Barça por llegar a los 13 años y no acarreó nunca una transferencia.

Este es el beneficio que ha generado Messi en 3 años según un financiero

Duele que la filtración sea, presumiblemente, de dentro del club pues el contrato solo lo tenía su bufete de abogados, la Liga y el Barça, donde pocas personas tenían acceso a él por tratarse de algo privado. ¿Qué motivo hay para filtrar este documento? Si viene del Barça, es un disparo al pie que comete alguien sin sentido común, ni pensando en el bien del club catalán.

La duda que se plantea a partir de ahora es cual será la reacción del jugador. Recordemos que cuando ocurrió la persecución de hacienda, de la que El Mundo también se hizo eco de forma notoria, Leo se planteó su marcha de Barcelona. Ocurrió lo mismo ahora o, por contra, reafirmará más su deseo de quedarse en una ciudad que tanto le ha dado. En todo caso, es una pena que no haya afición en la grada porque sería bueno que Leo se escuchará de 100.000 personas lo que hoy piensan millones de culers: Messi no se toca.